Teherán.— Irán anunció ayer que puso en marcha centrifugadoras avanzadas cuya producción aumentará las existencias de uranio enriquecido del país, en una nueva fase de la reducción de sus compromisos en materia nuclear, lo que preocupa a la comunidad internacional.

La República Islámica señaló que continuará autorizando el mismo acceso que hasta ahora a los inspectores de la ONU encargados de supervisar su programa nuclear, antes de una visita a Teherán del director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Cornel Feruta.

El portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán, Behruz Kamalvandi, detalló las medidas de la nueva etapa del plan de reducción de compromisos asumidos por Teherán en el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, firmado en Viena en 2015.

Esta nueva fase es la tercera de la estrategia adoptada por el país desde mayo, en represalia a la decisión de Estados Unidos de abandonar unilateralmente este pacto en 2018. El presidente iraní, Hassan Rouhani, lanzó el miércoles esta fase al ordenar ampliar los límites para la investigación y el desarrollo en el ámbito nuclear en su país.

Kamalvandi indicó que se activaron 20 centrifugadoras tipo IR-4 y 20 de tipo IR-6, mientras que el acuerdo de Viena sólo autoriza a Teherán a producir uranio enriquecido con centrifugadoras de primera generación (IR-1).

Estos dispositivos de cuarta y sexta generación, “siendo utilizados con fines de investigación y de desarrollo, contribuirán a aumentar la reserva de uranio enriquecido”, declaró Kamalvandi.

Según la AIEA, con el acuerdo de Viena, Irán aceptó someterse al más estricto régimen de inspección concebido por esta agencia, y es uno de los elementos clave de este pacto firmado entre Irán, Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania. Las nuevas centrifugadoras deben acelerar la producción de uranio enriquecido y aumentar las reservas de la República Islámica, que desde julio superan el límite (300 kilos) fijado por el acuerdo de Viena.

“No me sorprende que Irán haya anunciado que iba a violar el JCPOA [acuerdo de Viena]”, declaró en París el ministro de Defensa estadounidense, Mark Esper. El restablecimiento de las sanciones estadounidenses priva a Irán de los beneficios económicos que esperaba del acuerdo de Viena.

“Hay que lograr que Irán vuelva a respetar el acuerdo de Viena”, declaró la ministra francesa de Defensa, Florence Parly.

La línea de crédito de 13 mil 500 millones de euros (15 mil millones de dólares) discutida estos últimos días, en la que se acordaría que Irán vuelva a aplicar el acuerdo, se ha topado con el rechazo de Washington de aliviar las sanciones.

El director interino de la AIEA deberá reunirse el domingo en Teherán con el presidente de la organización iraní de energía atómica, Ali Akbar, y el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif.

Retienen a filipinos. En otro hecho, Irán detuvo a 12 filipinos a bordo de un “remolcador extranjero” confiscado por guardacostas en el estrecho de Ormuz y los acusó de “contrabando de carburante”, según la agencia semioficial ISNA.

“Doce personas de nacionalidad filipina han sido detenidas y las autoridades judiciales están tomando medidas legales” contra ellas, informó. Según esta fuente, se sospecha que los marinos pertenecen a una red de tráfico de carburante, escribió la agencia ISNA.

Precisó que el barco fue capturado frente al puerto iraní de Sirik, en el estrecho de Ormuz.

El apresamiento de la embarcación se produjo en un contexto tenso en esta región esencial para el abastecimiento mundial de petróleo. La tensión se intensificó sobre todo a partir de mayo de este año, con ataques de origen desconocido a petroleros que transitan por la región y con la incautación de buques por parte de Irán.

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