Kim Yo-jong, la hermana menor del líder norcoreano, Kim Jong-un, cerró su histórica visita de tres días a Corea del Sur en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno y regresó a su país en un vuelo chárter la noche de ayer junto con la delegación que la acompañaba.

A través de su visita, el gobierno de Pyongyang hizo llegar al presidente surcoreano, Moon Jae-in, una invitación para visitar Corea del Norte.

Kim Yo-jong sostuvo un encuentro de tres horas el sábado con Moon, quien reaccionó con cautela ante el encuentro y la invitación. “Creemos en el futuro las condiciones para que sea posible”, respondió.

Poco antes de partir, Kim Yo-jong, de 30 años y el único miembro de la dinastía que gobierna el país comunista que ha visitado el Sur desde el final de la guerra entre ambas Coreas (1950-53), asistió a un concierto acompañada por Moon y el presidente honorífico de Corea del Norte, Kim Yong-nam, de 90 años.

A los tres se sumaron también otros miembros de la delegación olímpica de Corea del Norte, que asistieron a la actuación de la Orquesta de Samjiyon en el Teatro Nacional de Corea en el centro de Seúl.

Fue el cuarto encuentro entre Moon y la hermana de Kim Jong-un desde su primer saludo durante la ceremonia de inauguración de los Juegos el viernes.

Poco antes del concierto, el presidente surcoreano afirmó que el encuentro con la influyente Kim Yo-jong fue importante. “Las dos Coreas tienen que cooperar para que este carbón de la reconciliación se convierta en una antorcha”, dijo, citado por la agencia Yonhap.

También el presidente Kim Yong-nam se mostró optimista. “Es muy agradable e impactante compartir estos momentos preciosos”, indicó. “Regresaré con una nota de esperanza de volver a reunirnos, porque creamos una oportunidad de reunirnos con frecuencia”.

Norcorea gana oro en diplomacia. Corea del Norte se convirtió en el máximo favorito para quedarse con una de las medallas más importantes de los Juegos Olímpicos de Invierno: el oro diplomático.

Esa es la evaluación de un ex viceministro surcoreano y de analistas políticos, quienes aseguran que Corea del Norte ha utilizado los Juegos para abrir una brecha entre Corea del Sur y su aliado, Estados Unidos, y para aliviar la presión en su contra.

Apenas un mes después de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, sorprendió al mundo al anunciar que su país estaba dispuesto a unirse a los Juegos, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, retrasó unos ejercicios militares, agasajó a la hermana de Kim en los Olímpicos de Pyeongchang y dio su consentimiento bajo condiciones a una cumbre bilateral en Corea del Norte.

“Corea del Norte claramente parece estar ganando el oro”, dijo Kim Sung-han, quien fue viceministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur entre 2012-2013 y que ahora es catedrático en la Universidad de Corea.

La calidez entre los representantes de ambas Coreas contrastó también con un frío encuentro entre Corea del Sur y Japón.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses