Washington. La propuesta de presupuesto del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump para el año fiscal 2020, que empieza en octubre de 2019, mantiene los niveles de inversión en México del periodo anterior, golpeando los fondos a ayuda para proyectos de desarrollo y lucha contra el narcotráfico. Además, tiene de nuevo un ataque indirecto al país con la insistencia en la política antiinmigrante y la petición de un aumento sustancial a los recursos para el muro en la frontera.

El plan marco de presupuesto del Departamento de Estado, a cargo de la ayuda internacional, deja sin cambios las cifras de ayuda contra el narco: 56 millones de dólares. Es la misma cifra que se pedía en 2019, pero muy inferior a los 100 millones que se aprobaron para 2018.

También se mantienen invariables los 20.3 millones de dólares del fondo para el apoyo económico y el desarrollo y los 1.5 millones de financiamiento de ayuda al Ejército mexicano.

“La solicitud apoya a México y a la estrategia de Estados Unidos en Centroamérica incrementando la seguridad a través de la Iniciativa Mérida”, así como promoviendo la prosperidad y la gobernanza, desanimando la inmigración ilegal y el crimen, reduciendo el tráfico de drogas y desarrollando nuevas oportunidades empresariales para firmas estadounidenses”, aseguró la administración Trump.

En el presupuesto del Departamento de Estado se especifica que se reserva la capacidad de transferir hasta 500 millones de dólares para “responder a la crisis” en Venezuela y su transición democrática, actualmente único punto de interés en Latinoamérica de la administración Trump, que en su conjunto ha reducido 27% su solicitud de fondos para la región.

Como ya se había filtrado durante el fin de semana, el gobierno Trump pidió al Congreso 8 mil 600 millones de dólares para la construcción del muro. Dentro del presupuesto del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se encuentran 5 mil millones de dólares que, según sus cálculos, permitirán construir unos 320 km. de barrera en la frontera con México.

La cifra supera con creces los 5 mil 700 millones que pidió el año pasado y que desencadenaron una pelea feroz en el Congreso que terminaron con el país en cierre durante 35 días.

“Como presidente, mi mayor deber es la defensa de la nación y por eso acabar el muro fronterizo es una prioridad nacional urgente”, escribió Trump en el documento de presupuestos. Además de los fondos a través de DHS, también solicitó más de 3 mil 600 millones al Pentágono para el proyecto.

En total, 8 mil 600 millones, a lo que, gracias a la recientemente firmada declaración de emergencia, Trump espera añadir al menos 6 mil 700 millones para la construcción del muro.

Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, insistió en su primera conferencia de prensa en más de 40 días que México pagará de forma indirecta por el muro a través del nuevo tratado comercial, T-MEC, una vez sea aprobado, sin dar detalles de cómo y otra vez contradiciendo a expertos y analistas que niegan esa variable.

El muro no es el único elemento que refleja la importancia de la política antiinmigrante en el presupuesto que quiere Trump para 2020, y que es muestra más que evidente de la estrategia del presidente de cara a su campaña de reelección.

“La seguridad fronteriza se mantiene como un de las principales prioridades, y el presupuesto continua implementando la directriz del presidente de proteger la frontera sur”, reza el documento entregado al Congreso.

El presupuesto incluye 506 millones de dólares para reclutar 2 mil 800 nuevos agentes fronterizos (a pesar de que en los últimos años han tenido serios problemas para contratar los efectivos que dicen son necesarios).

También solicita 2 mil 700 millones de dólares para aumentar en 54 mil la ocupación de los centros de detención de inmigrantes y solicita fondos para contratar más abogados de inmigración y “gestionar la cifra creciente de familias y menores detenidos en la frontera”.

En líneas generales, el presupuesto es una muestra de las prioridades de Trump: recorte de 5% en partidas no militares, con especial golpe a la diplomacia (recorta 23% el presupuesto de Departamento de Estado), la lucha contra el cambio climático (quita 31% de fondos de la agencia de protección ambiental), y los programas sociales (con un descenso de 22 mil millones de dólares).

En cambio, pide un crecimiento de 4.7% en el presupuesto militar (el doble de lo que solicitaba el Pentágono de un inicio), hasta los 750 mil millones de dólares.

El proyecto presentado por la Casa Blanca no llegará a buen puerto, ya que el Congreso no aprobará el documento tal y como está. Se prevé por tanto una nueva pelea que puede encaminar a un nuevo cierre del gobierno en unos meses.

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