Miles de personas participaron ayer en una vigilia en recuerdo de las 17 víctimas mortales de la masacre perpetrada el miércoles por Nikolas Cruz y reclamaron medidas para un mayor control de la venta de armas. Sin embargo, el presidente estadounidense Donald Trump eludió el tema y se centró en la salud mental del agresor.

Uno de los mensajes más desgarradores fue el de la madre de Jamie Guttenberg, de 14 años, una de las víctimas mortales del ataque en la escuela Marjory Stoneman Douglas de esta localidad. “¡Un hombre armado camina dentro de la escuela, rompe la ventana de la puerta donde está mi hija y dispara, comienza a dispararle! ¡Y la mata! ¡Presidente Trump! ¿Usted qué dice? ¡Puede evitar que las armas lleguen a manos de los jóvenes! ¡Poner detectores de metales en cada escuela! ¿Qué puede hacer? ¡Puede hacer mucho!”, clamó Jennifer Gloom Guttenberg poco antes de la vigilia.

“¡Acabo de pasar las últimas 2 horas haciendo los preparativos para el funeral de mi hija que tenía 14 años! ¡Presidente Trump haga algo! ¡Estos niños necesitan seguridad ahora!”, insistió.

Su esposo, Fred, afirmó ya durante el evento que “Jamie era la luz de la fiesta” y lamentó no recordar si se despidió de ella antes de que saliera a la escuela y no la volviera a ver con vida. Jóvenes y adultos no lograron contener las lágrimas.

En el escenario del anfiteatro al aire libre del parque Pine Trails, uno de los numerosos parques que dan nombre a esta localidad floridiana, autoridades y líderes religiosos pidieron unidad. También hubo lugar para mensajes de tono político, como “¡Ya basta!” o “NRA deja de matar a nuestros hijos”, en referencia a la Asociación Nacional del Rifle, el poderoso grupo de presión a favor de las armas.

Al hablar del tiroteo, Trump consideró que demuestra la necesidad de trabajar con las autoridades locales para “ayudar a asegurar las escuelas y afrontar el difícil tema de la salud mental”. Sin precisar fecha, el presidente estadounidense dijo que visitará Florida para brindarle consuelo a los afectados “y continuar coordinando la respuesta federal”.

“Tantas señales de que el tirador de Florida estaba mentalmente perturbado, incluso expulsado de la escuela por errático y mal comportamiento”, tuiteó el mandatario. “Vecinos y compañeros de clase sabían que representaba un gran problema. Deben siempre reportar estos casos a las autoridades, ¡una y otra vez!”.

Mientras, legisladores demócratas como Bill Nelson subrayaban la importancia de impedir que personas con problemas mentales compren armas de fuego de gran potencia, los republicanos criticaron los llamados a restringir ese derecho. Paul Ryan, presidente de la Cámara Baja, dijo que el “terrible tiroteo” de Parklnd no debe dar pie a un debate sobre la “supresión de los derechos de los ciudadanos”.

“No habrá reforma”. El fiscal general, Jeff Sessions, descartó cualquier reforma legislativa, mientras vía Twitter el ex presidente demócrata Barack Obama pedía una legis-
lación de “sentido común” y aseguraba que “no somos impotentes” ante este tipo de tragedias.

Conforme se revelan detalles de la vida de Cruz, de 19 años, surgían cuestionamientos al Buró Federal de Investigaciones, luego de que confirmara que en septiembre pasado fue alertado sobre un mensaje publicado en YouTube, en el que el usuario Nikolas Cruz anunciaba: “Voy a ser un tirador escolar profesional”.

En un comunicado, el FBI dijo que revisó “bases de datos y otros controles”, pero no pudo identificar a quien publicó el mensaje.

Jordan Jereb, miembro del grupo supremacista blanco Republic of Florida (RoF) aseguró que Cruz fue “educado” por otro integrante de la agrupación y que recibió entrenamien to de estilo militar cerca de Tallahassee, Florida. “Parecía un joven blanco normal”, indicó.

Detallan pasado. Se reveló además que Cruz vivía con un amigo, luego de que su madre adoptiva muriera el año pasado y su padre adoptivo en 2004, y que tiene un hermano, Zackary, del que poco se sabe. Cruz, de quien se dice incluso que practicaba al tiro con animales, trabajaba como cajero en una tienda, pero trascendió que fue diagnosticado con autismo cuando era niño. Sus ex compañeros lo describen como obsesionado con las armas. Según el diario Miami Herald, desde enero el joven estudiaba en la escuela Pompano’s Cross Creek, especializado en alumnos con problemas emocionales y donde empleados lo escoltaban a sus clases. Pero el miércoles escribió a un amigo que no iría a clases porque era Día de San Valentín.

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