El gobierno de Estados Unidos saludó ayer la disposición de Corea del Norte de discutir un eventual abandono de su programa de armas nucleares a cambio de garantías de seguridad, pero añadió que quiere ver avances concretos y que siguen adelante los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur.

El líder norcoreano, Kim Jong-un, se reunió con funcionarios surcoreanos y se mostró dispuesto a discutir con Washington sobre la desnuclearización si se garantiza la permanencia del régimen y su compromiso de imponer una moratoria en su programa nuclear mientras dure su diálogo con Washington y Seúl.

Pyongyang no puso ninguna condición específica para sentarse en la mesa de negociaciones, pero recalcó su aspiración de “ser tratado de forma seria como interlocutor”, según explicó el líder de la delegación surcoreana, Chung Eui-yong, consejero de seguridad del presidente surcoreano Moon Jae-in. El mandatario norcoreano accedió a celebrar una cumbre con su par surcoreano en una aldea fronteriza a fines de abril.

Corea del Norte “dejó claro que no hay motivos para tener [armas] nucleares si se despejan las amenazas militares contra Corea del Norte y se garantiza la seguridad de su régimen”, afirmó Chung.

La aparente disposición norcoreana para mantener un “diálogo sincero” con EU sobre desnuclearización y relaciones diplomáticas sucede a un año de temores crecientes de guerra en la península coreana, durante el cual Kim y el presidente estadounidense Donald Trump intercambiaron frases belicosas e insultos groseros sobre los ensayos norcoreanos.

En conferencia de prensa junto con el primer ministro sueco Stefan Löfven, Trump dijo que “creo que —los norcoreanos— son sinceros, pero creo que son sinceros también debido a las sanciones y a lo que estamos haciendo respecto a Corea del Norte, y la ayuda que hemos recibido de China... Creo que eso ha sido un factor. Las sanciones han tenido mucho impacto”. Luego, agregó: “Veremos lo que pasa, parece que están actuando de forma positiva”. El presidente de EU aseguró estar decidido a “lograr una desnuclearización de la península coreana”, un objetivo al que su gobierno ha condicionado cualquier diálogo con Pyongyang.

Antes, vía Twitter, había dicho que si bien celebraba “el esfuerzo de todas las partes implicadas”, tampoco descartaba que se trate de “una falsa esperanza” y afirmaba que EU está “listo para ir en cualquier dirección”.

Un alto funcionario de EU aclaró que se mantienen intactas las intenciones del país de realizar maniobras conjuntas con las Fuerzas Armadas de Corea del Sur y advirtió que la suspensión de los ensayos nucleares no es suficiente para negociar. “Al final de los Juegos Paralímpicos —que se realizarán en Surcorea— es simplemente natural que retomemos nuestros ejercicios. Los aliados deben prepararse juntos”, afirmó.

Por su parte, el vicepresidente estadounidense Mike Pence dijo que EU “y sus aliados siguen firmes en imponer la máxima presión sobre el régimen de Kim [Jong-un] para poner fin a su programa nuclear”, que “todas las opciones están sobre la mesa y nuestra posición ante el régimen no cambiará hasta que veamos avances creíbles, verificables y concretos sobre la desnuclearización”.

La alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, celebró lo que llamó “noticias esperanzadoras que llegan desde la península de Corea”, y el secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, subrayó la necesidad de “proteger” este impulso.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses