Bruselas.— Tomando como punto de partida las evidencias científicas de que los niños no representan un factor sustancial en la propagación del Covid-19, tras la pausa veraniega Holanda prevé la completa reanudación de la actividad escolar presencial hasta nivel bachillerato.

La única modificación prevista, por el momento, para el arranque del nuevo ciclo es la introducción de las habituales prácticas de higiene en todos los complejos educativos, como el lavado frecuente de manos y la sanitización de equipos.

En cuanto a la distancia sanitaria de 1.5 metros, sólo será requerida entre maestros y alumnos a partir de secundaria. La “sana distancia” entre estudiantes no se aplica hasta los 18 años.

Para el escalafón universitario y de formación profesional, el nuevo año académico ofrecerá mayores actividades educativas presenciales. Las instituciones deberán definir horarios y reglas para evitar muchedumbres en los campos académicos y el transporte público. Para este grupo, la enseñanza en línea aún será una herramienta importante.

El enfoque naranja responde a las recomendaciones emitidas por el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente (RIVM por sus siglas en neerlandés), la máxima autoridad sanitaria en Países Bajos, y tiene como punto de partida la medición de los distintos niveles de riesgo en la sociedad.

“A nivel mundial, relativamente pocos niños han sido reportados con Covid-19. Los datos de los Países Bajos también confirman la interpretación vigente: [ellos] juegan un papel menor en la propagación del coronavirus.

“[La afección] se transmite principalmente entre adultos y de familiares adultos a niños. La propagación de Covid-19 entre niños o de niños a adultos es menos común”, indica en su último informe el RIVM.

En Holanda, los niños de edades entre cero y 17 años representan sólo 1.3% de los enfermos reportados con Covid-19, pese a que componen 20.7% de la población. Sólo 0.6% de los hospitalizados por coronavirus han sido menores y no hay registro de fallecidos por esta enfermedad.

Con esas estadísticas, las guarderías y escuelas primarias regresarán completamente a la actividad en el próximo ciclo escolar. Debido a que los infantes desempeñan un papel menor en la expansión del virus, no habrá necesidad que aplicar la reglamentaria distancia de 1.5 metros entre quienes tengan menos de 12 años; tampoco entre niños y maestros, indica el RIVM.

También volverán a las aulas los estudiantes de secundaria y bachillerato; la única diferencia es que entre ellos y el maestro sí debe prevalecer la norma de 1.5 metros; los jóvenes de hasta 17 años no están obligados a mantener distancia entre ellos.

“Dado que los adultos juegan un papel más importante en la propagación del nuevo coronavirus, los maestros deben mantenerse a 1.5 metros de distancia de los demás tanto como sea posible”, detalla.

Para garantizar que la propagación de Covid-19 se mantenga a niveles mínimos, el RIVM aconseja que permanezcan en casa los niños con fiebre superior a 38 grados o que padezcan problemas de respiración. También sugiere que aquellos estudiantes con síntomas leves, como resfriado nasal, secreción nasal, estornudo, dolor de garganta, tos leve o temperatura elevada, se hagan un test de coronavirus.

“Las pruebas son necesarias si los niños están en contacto con alguien infectado con coronavirus, si son parte de una investigación a partir de un brote o si tienen otros síntomas que podrían sugerir que tienen [la enfermedad]”, detalla.

La apuesta hacia la normalización de la actividad escolar tiene antecedentes en la próspera nación europea y más allá.

En la nación naranja, las primarias y guarderías reabrieron parcialmente el 11 de mayo, luego del denominado confinamiento “inteligente” activado el 16 de marzo y que provocó la suspensión de actividades presenciales. La reapertura se caracterizó por clases reducidas y asistencias alternadas entre los alumnos. El bachillerato retomó la agenda presencial a partir del 2 de junio.

Tras la reapertura de primarias y las guarderías, el RIVM ha recibido sólo algunos informes sobre infecciones entre los empleados de las escuelas; y ningún reporte de empleados infectados por los alumnos.

Pero Holanda no fue la única nación europea que emprendió el desconfinamiento mandando las escuelas por delante. Dinamarca fue el primer país en reabrir jardines de niños y primarias, el 15 de abril. Según el RIVM, Copenhague no ha reportado ningún efecto negativo tras la apertura ni casos de transmisión.

La experiencia irlandesa también aporta datos reveladores. Un estudio realizado en la isla y basado en el caso de tres niños y tres adultos infectados antes de la introducción de las medidas de confinamiento exhibe el bajo riesgo de propagación de virus entre los pupilos.

El análisis examinó a mil 115 contactos de los seis pacientes y sólo se identificaron dos personas infectadas, ambos adultos y relacionados con los enfermos de mayor edad. Hubo 924 niños y 101 adultos que habían tenido contacto cercano con uno de los pacientes en la escuela y ninguno mostró señales de contagio.

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