Conscientes de los escándalos de acoso sexual en el trabajo, empresas y empleados consideran implementar medidas para asegurarse de que las fiestas de fin de año en sus oficinas no se conviertan en parte del problema .

Las iniciativas van desde moderar el alcohol gratis hasta prohibir la colocación del tradicional muérdago –según la tradición, si dos personas se topan debajo de un muérdago deben besarse para tener buena suerte—y hay quienes planean tener “vigilantes” listos para intervenir si alguien comete algún exceso.

Según un estudio de la consultora de Chicago Challenger, Gray & Christmas, solo el 49% de las empresas estadounidenses planean servir alcohol en sus fiestas de fin de año. El año pasado lo hicieron el 62% y esa cifra había estado subiendo constantemente en los últimos años.

“Toda vez que se lleva alcohol a una actividad fuera de la oficina, la gente baja la guardia”, dijo Ed Yost, gerente de relaciones laborales y desarrollo de la Society for Human Resource Management de Alexandria, Virginia. "Se supone que es algo más informal, en un ambiente distendido. Y algunas personas toman más de lo que toman normalmente un viernes por la noche o un sábado porque la bebida es gratis”.

El Huffington Post informó la semana pasada que la empresa Vox Media, que maneja portales como Vox y Recode, no ofrecerá bebidas gratis ilimitadas (barra libre), sino que entregará dos cupones por empleado que pueden cambiar por un trago cada uno. También habrá más comida que de costumbre. La empresa despidió hace poco a su director editorial Lockhart Steele, después de que una ex empleada lo acusó de acoso sexual.

Un estudio de Bloomberg Law dijo que ese tipo de recaudos son normales: la mayoría de las firmas le pide a los bartenders, al personal de seguridad e incluso a algunos empleados que estén pendientes de lo que bebe la gente. Otras limitan la cantidad de bebidas que ofrecen gratis o las horas en que las ofrecen. Unas pocas obligan a pagar por las bebidas.

La Federación Nacional de Negocios Independientes recomienda tomar todas esas medidas y agrega otra sugerencia: no colgar muérdagos.

Yost dice que siempre recibe numerosos pedidos de asesoramiento relacionadas con las fiestas de fin de año, pero que esta vez la demanda es particularmente alta.

Agregó que hará lo mismo que hace siempre en las fiestas de su empresa: recorrer los pasillos y observar todos los rincones aislados donde puedan estar produciéndose escenas incómodas, como algún toqueteo inapropiado o una conversación que se torna agresiva. Si resulta evidente que se produjeron situaciones incómodas, interviene y posteriormente tiene una charla con la persona responsable.

El estudio de Challenger, Gray & Christmas indica que el 80% de las empresas ofrecerán una fiesta de fin de año y que no todos están tomando medidas especiales a la luz de los escándalos de acoso sexual.

Anthony Vitiello, director de marketing de la empresa de software Anton Robb Group, dijo que la fiesta no le preocupa. La hace generalmente en un restaurante de la zona y cree que el ambiente formal ayuda a que todo transcurra en calma.

“Nunca hemos tenido incidentes, ni uno que yo recuerde, en el que alguien sube el tono de la voz o bebe de más”, manifestó. Agregó que muchos de sus 25 empleados salen de parranda una vez al mes y que no sabe de ningún problema en esas salidas.

lsm

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