La retórica de intimidación y la política antiinmigrante del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, están consiguiendo el efecto que quería.

El número de detenciones en la frontera con México, principal puerto de entrada de inmigrantes irregulares a EU —donde se registra 97.86% de los cruces fronterizos—, se ha reducido hasta niveles de hace 46 años, todo un éxito de disuasión del que se felicitaron ayer las autoridades.

Las cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en el año fiscal 2017 (de octubre de 2016 a septiembre de 2017) señalan que fueron arrestados en la frontera 310 mil 531 inmigrantes —casi 128 mil de ellos de origen mexicano—, 25% menos que en el mismo periodo del año anterior, que se ubicó en 409 mil.

En tanto, la persecución de inmigrantes indocumentados que ya están en territorio estadounidense registró una escalada.

Trump prometió en campaña deportar a todos los migrantes indocumentados en el país y según el director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Thomas Homan, están haciendo todo lo posible para cumplir con esa promesa con el presupuesto limitado que tienen.

Desde finales de enero hasta finales de septiembre, las autoridades migratorias detuvieron a 110 mil 568 inmigrantes, 42% más que en el mismo periodo del año anterior.

Sin embargo, en el año fiscal 2017 se deportó a un total de 226 mil 119 personas — 57% (128 mil 765) de origen mexicano—, cifra 5.8% menor a las 240 mil 255 deportaciones registradas en año fiscal 2016.

“La frontera está mejor controlada”, se felicitó Homan, para quien las bajas cifras de cruces y detenciones no son “casualidad”, sino resultado del “presidente y sus ideas (…); les guste o no, está haciendo bien su trabajo”, añadió el funcionario.

Homan, una de las figuras más contundentes en la lucha contra la inmigración, se felicitó de unas cifras “impresionantes” de control de fronteras y detención de indocumentados e “inmigrantes criminales”, una demostración de que la administración Trump cumple y aplica las leyes.

Ante el descenso de detenciones y cruces de frontera, la pregunta es por qué la administración Trump insiste en la construcción del muro. “Sí, el cruce es menor, lo que es bueno (…) Pero en esta sociedad usamos muros y vallas para proteger cosas. No debería ser diferente para la frontera”, dijo Ronald Vitiello, jefe de la Patrulla Fronteriza.

Vitiello recordó que, a pesar de todo, más de mil personas al día cruzan a EU y son detenidas por las autoridades, algo que todavía hay que aplacar.

Human Rights Watch (HRW) indicó que las cifras muestran una tendencia de detención “agresiva”.

“La cantidad de personas que están siendo deportadas y los relatos que ofrecen, dejan en evidencia que quienes inmigraron hace tiempo y tienen lazos sólidos con EU son detenidos y deportados de manera agresiva y sistemática”, dijo en un comunicado Clara Long, investigadora de HRW. “No se trata de casos atípicos o esporádicos, sino de la imagen más implacable y destructiva de la política migratoria de Trump”, añadió.

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