Los Ángeles.Camp, el incendio más devastador del que California tiene registro, que dejó 87 muertos y 249 desaparecidos, fue finalmente controlado después de más de dos semanas, dijeron los bomberos ayer.

“#CampFire... está ahora 100% contenido”, aseguró el departamento de bomberos de California (CalFire) en su último boletín en Twitter.

De los 87 fallecidos, sólo 54 habían sido identificados hasta ayer, según la oficina del sheriff del Condado de Butte, en el norte del estado.

Camp, iniciado el 8 de noviembre, arrasó casi 62 mil hectáreas, 14 mil viviendas y cientos de construcciones.

Antes del anuncio de que el incendio había sido controlado, las autoridades permitieron el regreso a los residentes de las zonas más golpeadas para revisar daños en sus hogares.

En un boletín conjunto publicado el sábado, la policía y los bomberos dijeron que las órdenes de evacuación que estaban vigentes en algunas áreas durante la última quincena se estaban levantando, tanto para residentes como para no residentes, al tiempo que advirtieron que los servicios aún eran “muy limitados”.

“Antes de regresar, se alienta a los residentes a tomar medidas para asegurarse de que tengan alimentos, agua y combustible para sus vehículos”, se indicó en el comunicado.

En los últimos días, las fuertes lluvias que cayeron en la zona del incendio ayudaron en la tarea de los bomberos, aunque los aguaceros dificultaron la búsqueda de cuerpos.

Además de Camp, el incendio Woosley, que se desató paralelamente en el sur de California, en Malibú, hogar de varias celebridades de Hollywood, dejó tres muertos.

El humo de Camp fue tan intenso que afectó a la ciudad de San Francisco, donde obligó a cerrar escuelas y a detener el funcionamiento de su famoso tranvía.

Aún no se conoce el origen de los incendios, pero en San Francisco varias víctimas iniciaron una demanda contra el proveedor local de electricidad Pacific Gas & Electricity (PG&E). Según la denuncia, el incendio fue causado por “chispas” en una línea de alto voltaje de la compañía.

Al visitar el lugar hace una semana, el presidente Donald Trump expresó su “tristeza” y constató el alcance de los daños junto a la alcaldesa de Paradise, Jody Jones. Su primera reacción, que apuntó a la mala gestión por parte del estado de California, recibió críticas. Trump también amenazó con recortar los fondos federales para combatir los incendios.

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