San José.—
El Cártel de Sinaloa, que en los últimos años intensificó su presencia en zonas productoras de hoja de coca y de cocaína en Colombia y estrechó sus nexos criminales con la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con disidentes de las FARC, amenazó de muerte a autoridades, líderes indígenas y comunidades campesinas de ese país por el control que ejercen en el suroccidente de esa nación y complica el tráfico internacional de drogas.

La denuncia fue planteada por el (no estatal) Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), que alertó que el cártel advirtió a la guardia indígena, aparato de seguridad para defender el territorio, la autonomía y la cultura de 10 comunidades nativas del área, que “de no parar el control territorial van a masacrarlos como animales.

“La amenaza del Cártel de Sinaloa fue detectada en redes sociales”, aseguró el consejo. “Denunciamos de manera contundente ante la comunidad nacional e internacional las continuas y sistemáticas amenazas en contra de quienes le apuestan a la paz, de las que vienen siendo objeto las autoridades y la guardia indígena en el norte del Cauca, al igual que las comunidades campesinas”, recalcó.

El CRIC instó a la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos (OEA), entre otras instancias, a que “hagan control” de la situación denunciada. El problema ocurrió en el suroccidental departamento de Cauca.

El homicidio de activistas sociales se agravó en Colombia. La (estatal) Defensoría del Pueblo de Colombia sumó 462 líderes sociales y defensores de derechos humanos asesinados del 1 de enero de 2016 al 28 de febrero de 2019.

Consultada por EL UNIVERSAL, la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia dijo que “no tenemos el caso” del CRIC. El asunto será expuesto a organismos estatales colombianos, anunció el consejo, al confirmar que recibió amenazas de disidentes de las ahora disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que rechazaron unirse al proceso de paz. Las autoridades colombianas confirmaron los lazos del ELN y de renegados de las FARC con el Cártel de Sinaloa.

En documentos de los que EL UNIVERSAL tiene copia, la Fiscalía General y la cancillería de Colombia alertaron en enero de 2017 sobre el cambio en la dinámica de viajes de los mexicanos a territorio colombiano desde 2014, al detectar que personas oriundas de México van a zonas de cultivos ilícitos de hoja de coca que “no son turísticas”.

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