Chico, California.— La cifra de muertos por el incendio Camp que azota el norte de California subió ayer a 56, después de que se encontraran ocho cadáveres, informó la policía. Ese número se suma a las dos víctimas mortales por el incendio Woolsey en el sur del estado, con lo que el total hasta el momento es de 58 decesos. Además, hay 130 desaparecidos.

Los cuerpos recuperados durante la jornada de ayer fueron hallados en la localidad de Paradise, una de las más afectadas por este incendio, que es uno de los más letales de los que se tiene registro en Estados Unidos.

En tanto, cuadrillas de bomberos en el norte de California aprovecharon las mejores condiciones climáticas de ayer en su batalla de seis días para contener el incendio forestal más letal y destructivo de la historia del estado, mientras que efectivos de la Guardia Nacional fueron convocadas para buscar más víctimas.

La superficie afectada sumó otras 55 mil hectáreas, pese a que una disminución de los vientos y la creciente humedad permitieron establecer líneas de contención en más de un tercio del perímetro.

“Se está avanzando”, dijo Ken Pimlott, director del Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California en una conferencia de prensa, junto con el gobernador Jerry Brown, el secretario del Interior de Estados Unidos, Ryan Zinke, y otros funcionarios.

La búsqueda creciente de restos humanos en la zona afectadas se enfoca en lo poco que queda de Paradise, en las laderas de la Sierra a unos 280 kilómetros al norte de San Francisco, una localidad que en su mayoría quedó reducida a cenizas el jueves pasado.

De acuerdo con información difundida por la cadena de noticias CNN, del total de desaparecidos, al menos 73 tienen 65 años o más, algunos incluso están entre los 80 y 90 años, por lo que se teme que no hayan logrado escapar del fuego a tiempo.

Más de 8 mil 800 edificaciones, en su mayoría viviendas, se incendiaron en y alrededor de Paradise, una localidad que albergaba a unas 27 mil personas. Unas 50 mil personas seguían bajo orden de evacuación.

“Este es uno de los peores desastres que he visto en mi carrera, sin lugar a dudas”, dijo Brock Long, director de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, a periodistas en la cercana ciudad de Chico. Zinke agregó: “Este es el peor incendio que he visto. Y esto es de un niño que creció en Montana”, agregó.

En el sur del estado, los bomberos trabajan por controlar el incendio Woolsey, que dejó al menos dos muertos, destruyó más de 400 estructuras y desplazó a unas 200 mil personas.

Ayer el Departamento del alguacil del condado de Los Ángeles dijo que los restos de una posible tercera víctima fueron encontrados en una vivienda incendiada, y están investigando el caso como una muerte “aparentemente relacionada con un incendio”, pero no se sumará al balance oficial hasta no tener una confirmación.

Entre las viviendas destruidas están las de varios famosos.

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