El mecanismo de los ‘ gota a gota ’ es sencillo: se presta de inmediato y sin garantías a una tasa de interés que excede ampliamente la usura (entre 20 y 40 % mensual), y se cobra violentamente si el beneficiario no cumple los plazos pactados.

Estas redes funcionan afuera con la misma fórmula que usan en Colombia : reparten tarjetas de presentación o volantes en tiendas, locales, plazas de mercado, almacenes e incluso entre los taxistas para ofrecer créditos para los que, en algunos casos, solo se pide la firma de un papel.

El diario colombiano El Tiempo ha documentado esta modalidad de extorsión en diferentes trabajos.

No es sencillo precisar la dimensión del negocio. Cifras de las autoridades indican que solo en Colombia esta modalidad mueve unos 2 mil 500 millones de pesos diarios, mil de ellos solo en Bogotá . En el resto del continente ya se habla de más de 100 mil deudores.

La conquista de las Américas

Durante los últimos cinco años, el negocio se ha extendido a otros países mediante redes que tienen sus bases en Bogotá, Medellín, Barranquilla, el Eje Cafetero y Cali.

“Fui invitado (a Brasil) por un amigo, y no había tanta competencia. El asunto es rentable porque allá el acceso al crédito bancario es complicado para mucha gente. Allá se contrató a jóvenes brasileños como ‘tarjeteros’. Estuve dos años. Solo me atracaron una vez, pero todos los días te juegas la vida y la libertad. Muchos policías se convierten en un peaje diario”,

cuenta un habitante de Tuluá, Colombia, que ejerció esta modalidad de usura.

En noviembre, cuatro colombianos fueron detenidos en una casa de ese país en la que se encontraron 15 llaves de vehículos , tres automóviles, letras de cambio y otros documentos. Hoy los juzgan por asociación criminal, negociación ilícita de valores mobiliarios y usura.

Las autoridades explican que los ‘gota a gota’ se articulan con el narcotráfico y otros delitos para lavar el dinero proveniente de estas actividades y multiplicarlo. Por eso, en Colombia el negocio está en manos de las grandes bandas de la droga, como el ‘clan del Golfo’, ‘Los Triana’, ‘los Rastrojos’ y ‘Los Cocuelos’.

De hecho, no es raro que cuando el deudor no puede pagar, los prestamistas le ofrezcan la opción de transportar droga para saldar la obligación. En Cali, por ejemplo, una familia denunció que a uno de sus integrantes lo detuvieron hace dos años, cuando intentaba entrar droga a Hong Kong para pagar su deuda.

Sobre la presencia de esta nueva forma de extorsión en Panamá –“impuesta por mafias colombianas”– ya alertó el Sistema Nacional Integrado de Estadísticas Criminales (Siec) de ese país.

Así se mueve el negocio

Volanteros

El negocio empieza con los ‘ volanteros ’, que se encargan de repartir las tarjetas, especialmente en zonas comerciales de barrios de clase media y baja y sectores residenciales, donde pescan a los clientes más necesitados o más incautos.

Administrador

Hay también un ‘administrador’, que se encarga de recibir las llamadas y verifica personalmente a quién se le va a entregar la suma solicitada y la garantía que ofrecerá, que va desde cheques en blanco hasta escrituras de bienes.

Cobradores

Los ‘cobradores’ se desplazan en su gran mayoría en moto y se encargan de recaudar a diario los intereses y, en la fecha, el capital prestado. Aunque pueden recoger millones de pesos, no se conoce de atracos en su contra.

Jefes de seguridad

Y cuando el cliente ‘se cuelga’, entran a escena los llamados ‘jefes de seguridad’, que se encargan de presionar los pagos. Las amenazas y la violencia armada son su especialidad.

Delito que no se ha tipificado

Como en otros negocios ilegales, el que quiera ‘invertir’ tiene que ‘tributar’ al poder criminal de la zona . En el caso de ‘franquicias’, el 5% del valor del crédito va para esos fines. O se paga una suerte de ‘derecho de entrada’: 2 millones de pesos.

El modelo, que es copiado de la mafia italiana, ha sido exportado por colombianos a México, Brasil, Honduras, Ecuador, Perú, Chile y Argentina . En México se tiene noticia de al menos una docena de colombianos asesinados por ser cobradores del ‘gota a gota’.

¿Cómo se hace el cobro?

A los cobradores ‘de exportación’, los patrones suelen financiarles el pasaporte, el pasaje aéreo y hasta la vacuna contra la fiebre amarilla. Luego, mediante el recaudo de las cuotas de los deudores, irán pagando su viaje.

Pero, mientras tanto, deben lidiar con los mismos peligros que ellos representan. Por ejemplo, en el ‘gremio’ es famosa la historia de un cobrador que fue secuestrado y por el que pidieron rescate. Su patrón no pagó y después aparecieron los restos.

Las autoridades latinoamericanas han comprobado que este tipo de préstamo está relacionado con asesinatos, torturas, trata de personas y narcotráfico , entre otros delitos. Es frecuente que cuando el deudor no tiene con qué pagar, lo obliguen a ser mula y llevar droga a otros países.

lsm

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