Un grupo de 176 alcaldes de Estados Unidos, demócratas y republicanos, enviaron una carta al Congreso en la que pidieron a los legisladores actuar para salvar de la deportación a los cerca de 700 mil dreamers o soñadores que se verán afectados por la amenaza del presidente Donald Trump de poner fin al programa DACA.

A través de la Conferencia de Alcaldes de EU, los firmantes solicitaron que “de forma urgente aprueben una legislación que permitan a los dreamers (…) obtener residencia legal permanente y, eventualmente, la ciudadanía estadounidense si cumplen ciertos criterios”.

Entre los solicitantes se encuentran los alcaldes de Los Ángeles, Chicago, Washington DC, Boston y Nueva York. Su declaración llega en un momento de duda e indeterminación entre los jóvenes indocumentados, amenazados porque en marzo se termine el programa de Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que evita su deportación.

“Por la decisión de la administración Trump de acabar DACA en seis meses, esta legislación debe aprobarse lo más rápido posible”, urgieron los alcaldes, asegurando que de ser así las ciudades y todo el país puedan “beneficiarse” de la aportación de jóvenes a los que se les “eliminará el miedo a la deportación”.

Mayoría apoya a dreamers. En pleno debate sobre el futuro de los dreamers, luego de que el presidente Donald Trump decidiera terminar con el programa DACA, el 60% de los estadounidenses cree que debería haber una vía para legalizar el estado migratorio de estos jóvenes.

Solamente uno de cada cinco estadounidenses quieren que los dreamers sean deportados, según una encuesta realizada por The Associated Press y el centro NORC de la Universidad de Chicago. En el mismo sondeo, solo el 32% están a favor de la construcción del muro en la frontera entre EU y México.

El resultado de la encuesta es significativo por el momento en el que llega, con Trump dispuesto a usar los dreamers como pieza de cambio para poder sacar adelante todas sus propuestas de seguridad y migración.

El fin de semana presentó sus “principios” para las políticas migratorias, que deberían satisfacerse para que el presidente acepte una legislación permanente para solucionar el asunto de los soñadores.

Trump canceló hace un mes el programa DACA y dio al Congreso hasta el mes de marzo para encontrar una solución permanente para este asunto. El tema se ha convertido en centro de la discusión en el país, con los demócratas comprometidos con la causa e incluso dispuestos a bloquear la acción legislativa si no hay avances.

En caso de que el Congreso, en este plazo hasta mediados de marzo que le ha sido otorgado antes de cancelar DACA, no consiga una solución para los dreamers, dos tercios (66%) cree que Trump debería firmar una acción ejecutiva para permitirles quedarse en el país con alguna fórmula parecida a la actual. Sin embargo, no parece que esté dispuesto a un diálogo en ese sentido.

Sobre sus políticas migratorias, el 35% de los encuestados cree que Trump está manejando la situación de forma correcta, un descenso de 10 puntos con respecto a las cifras de hace seis meses, mientras que el 64% desaprueba sus acciones.

También está en descenso el apoyo a la construcción del muro y menos de un tercio de los estadounidenses quieren que se erija. El rechazo, además, se radicaliza: un 41% se opone “enérgicamente”, pese a que Trump sigue empeñado en ese proyecto.

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