Luego del acuerdo alcanzado con las autoridades locales y federales, los más de mil taxistas que tenían bloqueados por lo menos 15 arterias principales en la cuidad abrieron el paso a la circulación luego de más de 14 horas de protesta.
La mayor concentración de taxistas se dio sobre Paseo de la Reforma , justo frente a la Columna de la Independencia, de donde gradualmente se fueron retirando a sus lugares de origen, algunos al Estado de México y otros a puntos aledaños, los más cercanos a sus sitios que tenían asignados.
Tras más de cuatro horas de negociaciones en la Secretaría de Gobernación, los líderes de taxistas alcanzaron un acuerdo de principio en el que ellos se comprometen a cesar sus protestas y el gobierno a revisar la legalidad del servicio de transporte o a crear un marco legal adecuado.
La Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) informó que las arterias más afectadas fueron el Ángel de la Independencia, la zona Poniente el Auditorio Nacional, la avenida Vasco de Quiroga al cruce con la calle Juan Salvador Agraz, la avenida Carlos Lazo entre Tamaulipas y Javier Barro Sierra, y carretera México Toluca al cruce con Carlos Echanove.
Así como la avenida 608, al cruce con Francisco Morazán, y la avenida Oceanía, a la altura de la estación Oceanía del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
La Zona Oriente el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en la Terminal 1 y Terminal 2, el Viaducto Río Piedad en sus cruces con calles 47 y avenida 8, la calzada Ignacio Zaragoza en su cruce con Generalísimo Morelos, y la calle Rafael Castillo en su cruce con Severiano Ceniceros y en la Zona Sur, que afectó la avenida Prolongación División del Norte en su cruce con Guadalupe y Ramírez, Anillo Periférico a la altura de la Picacho Ajusco, y la avenida Insurgentes al cruce con la avenida San Fernando.
Los taxistas se comprometieron el lunes a mejorar y modernizar su servicio y las autoridades a revisar las condiciones en las que operan las empresas que utilizan aplicaciones.
Ricardo Peralta, subsecretario de Gobernación, y Ángel Morales, representante del Movimiento Nacional Taxista, informaron en conferencia de prensa de los acuerdos que incluyen que el ejecutivo federal consulte con expertos la legalidad o no de las plataformas y que los taxistas tradicionales se incorporen a las nuevas tecnologías y no vuelvan a bloquear las vialidades.
Morales pidió una disculpa a la ciudadanía por los problemas de movilidad provocados, dijo que los taxistas cumplirían su parte y que confiaba en que el gobierno lo hiciera también.
Explicó que “la desesperación nos nubló el pensamiento” porque aunque su colectivo llevaba tres meses negociando, no habían conseguido nada hasta ahora.
Es increíble que siga registrándose esto en la ciudad, tuvimos que llegar hasta cinco horas antes aquí por esta gente, traigo a mi mamá, una persona de la tercera edad y a dos niños y no es justo que tengamos que caminar casi un kilómetro para poder entrar a este lugar, todo este tiempo quien nos lo paga, la gente tiene cosas que hacer y no se vale”, comentó Camila Herrera, una de las cientos de usuaria que se vio afectada por el bloqueo.
“Además sus argumentos no tienen fundamentos, yo deje de usar los taxis hace mucho porque están sucios, soy inseguros y te cobran lo que quieren, tampoco a ellos los regulan, por eso el usuario se cambio a los servicios de plataforma y además, es un derecho que nosotros tenemos, el de escoger lo que consideramos mejor un mejor servicio”.
Al final y aunque los taxistas amagaron con cerrar por más de 48 horas los alrededores del Aeropuerto, cerca de las 17:00 horas se concretó el acuerdo con las autoridades, por lo que el bloqueo en varios puntos de la ciudad se normalizo entrando la tarde de este caótico lunes.
La principal exigencia del gremio, que insiste en que las empresas que usan aplicaciones dan un servicio “ilegal”, es que se exijan los mismos requisitos a todos los conductores porque los de las plataformas digitales, por ejemplo, funcionan con placas de particulares que no tienen que pagar determinadas tasas.
“Queremos que se cumpla la ley, no estamos en contra de nadie, así como nos obligan a pagar impuestos, a pasar exámenes que hagan lo mismo con las aplicaciones”, se quejó Eduardo Elizalde, de 60 años y 40 como taxista en Iztapalapa, el barrio más poblado de la capital.
municipios más peligrosos de la región y que se hizo conocido por la gran cantidad de asesinatos contra mujeres.