Culiacán.- El cuerpo de un hombre, identificado por error como Luis Manuel “N” y entregado a una familia para su sepultura en la comunidad de Conitaca en el municipio de Elota, tuvo que ser rescatado durante el velorio por agentes de investigación al descubrir que se trataba de otra persona.

La supuesta víctima fue contactada horas después por sus familiares vía telefónica

para convencerse que por un error en el Servicio Médico Forense les entregó el cuerpo que corresponde a una persona asesinada a disparos, en la colonia Cinco de Febrero.

Según la información que se dio a conocer, al descubrirse que por un error de tipo administrativo se etiqueto mal el cadáver de Ivan “N”, el cual fue privado de la vida el viernes pasado, se envió por el cuerpo a Elota.

Los datos que se conocen es que la familia de Luis Manuel “N”, de 42 años de edad y originario de ese municipio -quien cuenta con antecedentes de haber estado preso en las Islas Marías por once años- inició su búsqueda por desconocer su paradero.

El viernes por la tarde, se presentaron en el Servicio Médico Forense y uno de ellos, en forma visual, consideró que el cuerpo que le presentaron correspondía al de Luis Manuel “N” pero, por una omisión, no se cotejaron las huellas con los registros del centro penitenciario de las Islas Marías para certificarlos.

La familia de Ivan “N”, la mañana del sábado pasado, en su visita al Servicio Médico Forense cotejó las fotos de los archivos de los cuerpos recibidos con la credencial de elector de este y se descubrió el error que se cometió.

Un grupo de agentes de investigación, con un ministerio público, fueron desplazados a la comunidad de Conitaca para recuperar el cuerpo en pleno velorio e iniciaron el rastreo del hombre buscado por la familia de esa comunidad, hasta que lograron contactarlo.

Este es segundo caso que se tiene de cuerpos cambiados en el municipio de Elota. En diciembre del 2014, una madre veló y sepultó al que consideró que era uno de sus tres hijos, de nombre Ernesto “N”, en la comunidad del Quelite en el municipio de Mazatlán.

A un mes de haber concluido el novenario, en la comunidad de la Cruz de Elota, la dolida madre quedó paralizaba al escuchar al otro lado de la línea telefónica la voz de Ernesto “N”, quien se había ido a los Estados Unidos en busca de trabajo sin avisarle.

afcl

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