Chihuahua.— A nueve años del asesinato de Marisela Escobedo a las puertas del Palacio de Gobierno de Chihuahua, autoridades del estado y organizaciones civiles recordaron a la activista asesinada durante una protesta.
Funcionarios del gobierno del estado colocaron una ofrenda floral frente al Palacio de Gobierno, en el lugar donde ahora hay una placa en honor a la activista.
Decenas de integrantes de organizaciones civiles se unieron en una manifestación pacífica en la que recordaron a Marisela y su lucha por justicia por la desaparición y asesinato de su hija.
Las organizaciones participantes indicaron que se realizó una petición inicial a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a fin de que se haga justicia para Marisela y Rubí a través de órganos internacionales, pues ambos feminicidios estuvieron plagados de fallas de los órganos de justicia.
Muerte por injusticia
El feminicidio de Marisela ha sido uno de los más emblemáticos del país, pues la mujer inició su batalla en 2008 por el asesinato de su hija Rubí Marisol Frayre y la liberación del homicida Sergio Rafael Barraza Bocanegra, además de que perdió la vida frente a las oficinas gubernamentales.
A los 16 años, Rubí se juntó con Sergio Barraza y posteriormente desapareció en Ciudad Juárez. Barraza dijo a Marisela que la joven lo había abandonado por otro hombre, pero la mujer nunca le creyó y se dedicó a buscar a Rubí, señalando a Sergio como el principal sospechoso.
Fue hasta junio de 2009 que los restos de Rubí fueron localizados en un basurero de la colonia Fronteriza Baja. Sergio Barraza fue capturado en Fresnillo, Zacatecas, y trasladado a un penal de Ciudad Juárez, donde comenzó su juicio en abril de 2010.
Los jueces Catalina Ochoa Contreras, Netzahualcóyotl Zúñiga Vázquez y Rafael Boudid Jurado lo declararon inocente y desecharon la acusación.
Tras la absolución, Marisela inició una caminata desde Ciudad Juárez hasta la capital del estado, donde solicitó una audiencia con el entonces gobernador José Reyes Baeza, denunció amenazas de Barraza e inició un plantón afuera del Palacio de Gobierno para exigir justicia, donde fue abatida de un disparo en la cabeza el 16 de diciembre de 2010.