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Culiacán, Sin. A 14 Junio.- El coronel del ejército, Alejandro Bravo Martínez, se convertirá la próxima semana en el nuevo Secretario de Seguridad Pública y Tránsito de Culiacán, tras la renuncia hace 13 días del titular, Sergio Antonio Leyva López, tras los hechos fuera de una clínica privada en donde siete policías fueron detenidos, entre ellos un agente femenino.
Juan de Dios Gámez Mendívil, alcalde de Culiacán dijo que a través de las propuestas de la Secretaría de la Defensa Nacional, se optó por dicho oficial, el cual cuenta con antecedentes en materia de seguridad pública en Sinaloa, es una persona que conoce el terreno.
Comentó que su incorporación será oficial a partir de la próxima semana, con la toma de protesta oficial, con lo que se fortalecerá la coordinación con las fuerzas federales y estatales, ya que cuenta con antecedentes en la Mesa de Seguridad en el estado.
El presidente municipal de Culiacán externó que el perfil del coronel Bravo Martínez, es el idóneo en estos momentos, donde se busca recuperar la tranquilidad y trabajar en forma coordinada los tres niveles de gobierno.
La noche del pasado 3 de junio, sobre la avenida Álvaro Obregón, en el exterior de una clínica privada, elementos de la Policía Estatal que acudían a verificar un reporte de pacientes heridos por disparos de arma de fuego, tuvieron fricciones como siete elementos de la policía municipal que se encontraban en ese sitio.
Ante estos hechos, se desplegaron fuerzas estatales y federales y se detuvo a los agentes Luciano “N”, Pedro Luis “N”, Saúl “N”, Luis Alberto “N”, Jasiel Humberto “N”, Jesús Manuel “N” y Reyna Gloria “N”, los cuales viajaban en dos patrullas oficiales y fueron turnados a la subdelegación de la Fiscalía General de la República por las armas que portaban.
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Un día después, se conoció que el Secretario de Seguridad Pública y Tránsito de Culiacán, Sergio Antonio Leyva López, presentó su renuncia por cuestiones de tipo personal y se anunció que se reincorporaba a su base, a la Policía Estatal Preventiva.
Tres días después de su detención, los siete elementos de la policía municipal fueron puestos en libertad ya que las autoridades federales, no encontraron elementos de prueba suficientes para acreditarles algún tipo de delito.
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