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“La violencia está en el seno mismo
de las estructuras injustas,
en el abuso del poder”
Efraín González Morfín
Sólo a un gobierno que tiene mucho qué ocultar, y con miedo de ser descubierto en irregularidades, le podrían atemorizar las actividades democráticas de los periodistas, de los defensores de los derechos humanos y de los opositores políticos.
Es la recta final de una desperdiciada administración del PRI, que ha causado crisis por inseguridad —con récord de actos violentos en mayo, peor momento desde 1997, con 2 mil 186 homicidios dolosos—, y que en lo económico ha caído al lugar 48 en el índice de competitividad del WCC (World Competitiveness Center), de entre 63 países. Y como si el gobierno no hubiera ya protagonizado suficientes escándalos, ahora se vio aludido en el informe intitulado #GobiernoEspía: Vigilancia sistemática a periodistas y defensores de derechos humanos, elaborado por R3D, Red en defensa de los derechos digitales, que documentó 76 intentos de hackeo a teléfonos inteligentes.
La infección buscaba propagarse a través del malware Pegasus, comercializado por NSO Group, que sólo lo vende a gobiernos. En México, este programa espía fue vendido por la empresa Tech Bull, a la PGR y al Cisen. Lo compró Jesús Murillo Karam en 2014 y Arely Gómez —su sucesora al frente de la PGR— lo instaló en 2015. La PGR pagó 34 millones de dólares, según un contrato revelado por la periodista Denise Maerker. Los ataques fueron dirigidos en 2015 y 2016 también contra opositores, entre ellos militantes de Acción Nacional.
Sólo a un gobierno temeroso de la normalidad democrática y con miedo a que se siga ventilando su corrupción, podrían asustarle las labores de prensa y opositores. Han invertido una fortuna de dinero público para espiar —utilizando sistemas que deberían estar abatiendo la inseguridad—, para acopiar material con el objetivo de presionar o chantajear, e incluso para un posible ataque contra las propiedades, o contra las personas mismas que están espiando.
En Acción Nacional hemos condenado el espionaje político y no quitaremos el dedo del renglón: iremos hasta las últimas consecuencias en este tema que lesiona el derecho a la privacidad y la libertad de expresión. Hemos dicho con claridad que las instituciones de inteligencia del gobierno deben concentrarse en obtener la información necesaria para combatir al crimen organizado, y garantizar así la paz social, tan anhelada y lejana. Pero parecieran estar ocupados en usar sus recursos humanos y materiales con fines políticos, actuando al margen de la ley.
En el Grupo Parlamentario de Acción Nacional en la Cámara de Diputados, hemos llamado a comparecer a los titulares de Gobernación, la PGR y el Cisen ante la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional, para que nos ofrezcan una explicación sobre estas reprobables conductas.
El espionaje político es un abuso desde donde se le vea. Es el uso de instrumentos del Estado contra los ciudadanos. Es una violación a los derechos humanos que daña la democracia, y que atenta contra aquello que en primer lugar debe proveer el Estado a la gente: seguridad. El espionaje coloca al vigilado en una situación de vulnerabilidad, en el que asuntos privados, familiares, financieros, laborales, de salud, pueden ser usados en su contra, ilegal y ventajosamente, desde los sótanos gubernamentales.
Estamos de acuerdo con John Scott Railton, investigador de Citizen Lab, de la Universidad de Toronto, quien señaló que esto es un hecho de espionaje sin precedentes en el mundo y que “vemos software de espionaje exclusivo para gobiernos utilizado para lo que parecen fines políticos”. Scott confirmó que Pegasus fue usado para espiar a varios panistas. Tan grave es, que en otros países han caído presidentes por casos similares, como el llamado Watergate, que acabó a Nixon hace casi 50 años.
En Acción Nacional no descansaremos hasta que caigan los responsables del espionaje, los autores intelectuales y los materiales. Seguiremos en defensa de la democracia, la legalidad, los derechos humanos, la libertad de expresión. Desde que fue fundado el PAN hemos impulsado estos valores, que ahora, durante esta administración desastrosa, han sido atrozmente vulnerados.
Coordinador del Grupo Parlamentario
del PAN en la Cámara de Diputados