Ciencia y Salud

Los microplásticos ya han alcanzado a la "Isla Decepción", uno de los lugares más limpio del planeta

El carbono negro, bacterias y minerales fueron algunos de los contaminantes ubicados en la Antártida

Entre diciembre y marzo, científicos viajan a la Isla Decepción para desarrollar proyectos de investigación. Foto: Onu Ambiente/ El Universal, archivo
01/12/2021 |12:01
Redacción
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Es uno de los lugares más primitivos del planeta, pero los han alcanzado ya la atmósfera de la Antártida , según ha comprobado un equipo de científicos de varias universidades españolas, que confirmaron la en la región y la presencia de varios de origen humano.

Científicos de las universidades de Zaragoza, Complutense de Madrid y del País Vasco han "atrapado" algunos de esos contaminantes en los filtros de aire de un captador que instalaron en Isla Decepción , uno de los sitios más limpios y puros del planeta.

Los microplásticos ya han alcanzado a la "Isla Decepción", uno de los lugares más limpio del planeta

Isla Decepción. Foto: EFE, archivo

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Los trabajos realizados por los científicos de estas universidades se enmarcan en el proyecto para la caracterización de aerosoles atmosféricos en la Antártida, y las conclusiones de sus investigaciones se han publicado en la revista "Spectrochimica Acta: Molecular and Biomolecular Spectroscopy".

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Además de los microplásticos, los investigadores han descubierto la presencia de otros aerosoles de origen antropogénico como el carbono negro, biológicos como bacterias y minerales, entre ellos nitrato de amonio, singenita y fertilizantes de nitrógeno, fósforo y potasio.

Los resultados revelan que algunos contaminantes logran penetrar la atmósfera antártica, procedentes de zonas próximas o del creciente número de cruceros turísticos y del intenso tráfico marítimo en el Cabo de Hornos.

“Esto da muestras de la gravedad y el alcance de la contaminación ambiental a la que estamos asistiendo”, señaló Jesús Anzano, catedrático de química analítica y coordinador del grupo de investigación química y medio ambiente de la Universidad de Zaragoza.

El investigador observó que ya se había detectado la presencia de microplásticos en las heces de pingüinos , pero es la primera vez que se observa la presencia de estos contaminantes en los filtros de aire, debido, entre otras cuestiones, al escaso reciclaje del plástico utilizado, que se disgrega en micropartículas que contaminan las aguas y el aire y por lo tanto también la alimentación de la fauna antártica.

Los microplásticos ya han alcanzado a la "Isla Decepción", uno de los lugares más limpio del planeta

Se han identificado microplásticos en heces de pingüinos. Foto: EFE/Peter Layt

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“Hasta donde sabemos, son las primeras mediciones de aerosoles de partículas microplásticas en la atmósfera antártica. Además, se estudió el origen potencial de estos aerosoles, revelando cuatro fuentes antropogénicas locales diferentes para las partículas de carbono, junto a un probable transporte de largo alcance en la atmósfera para las partículas microplásticas y bacterianas”, explicó Jorge Cáceres, investigador de la Complutense de Madrid.

Para llevar a cabo este estudio, el equipo tomó muestras atmosféricas, también de agua, nieve y suelo que se estudiaron aplicando una metodología analítica.

“La contaminación atmosférica causada por la presencia de estas partículas antropogénicas como los microplásticos, el carbón y los fertilizantes puede causar graves problemas ambientales para los ecosistemas y el clima antárticos”, explicó Cáceres.

Y ha citado como ejemplo que los fertilizantes, junto al aumento de las temperaturas, permitirá que las especies exóticas invadan con mayor éxito los ecosistemas antárticos, afectando a la flora y fauna autóctonas.

La investigación es una muestra más, según los investigadores, de que la contaminación ambiental es un hecho en la región antártica, por lo que la caracterización exitosa y el seguimiento regular de las partículas individuales "es crucial para una mejor comprensión de sus potenciales impactos ambientales en la región", señaló Cáceres.

La Isla Decepción, al noroeste de la península Antártica, alberga desde 1989 la base antártica española (BAE) Gabriel de Castilla, donde cada verano austral, entre los meses de diciembre y marzo, se desplazan decenas de científicos para desarrollar sus proyectos de investigación.

jgt/melc

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