El acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación el mes pasado, para llevar a cabo un programa de regularización de los llamados autos chocolate, es decir, aquellos que fueron importados de manera ilegal, no va a lograr disminuir los delitos que se comenten en estas unidades.

De acuerdo con Cristian Fernando Juárez Aguilar, docente de la Escuela de Derecho de CETyS Universidad Campus Mexicali, no existen indicadores de que regularizar este tipo de vehículos vaya a reducir el índice de delitos cometidos en los mismos, ya que si bien es cierto que al ponerlos en regla se tendrá mayor certeza jurídica por contar con un registro de estas unidades y sus propietarios, esto no va a disminuir las acciones ilegales en ellos.

“Es lógico que las células delictivas que utilizan esta clase de unidades para la comisión de delitos van a seguir en la ilegalidad sin llevar a cabo la regularización correspondiente”, comentó.

El acuerdo, que entró en vigor el 19 de octubre, permitirá regularizar autos chocolate en los estados del norte del país; es decir, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

Se estima que alrededor de 15 millones de autos chocolate podrían regularizarse bajo este acuerdo, con un pago de 2 mil 500 pesos por unidad.

Juárez Aguilar agregó que hay otras consideraciones jurídicas en la regularización de estas unidades, pues no pagan impuestos, placas, ni tarjeta de circulación, lo cual puede considerarse injusto para las personas que sí cumplen con esos requisitos.

Además, resulta imposible identificar quiénes son los propietarios de dichos automóviles cuando se ven involucrados en algún accidente vial y, por lo tanto, no hay quién se haga responsable de los daños.

Las disposiciones vigentes del Código Fiscal de la Federación señalan que introducir mercancías a territorio nacional, omitiendo el pago total o parcial de contribuciones o cuotas compensatorias que deban cubrirse, o que no se cuente con el permiso de la autoridad competente, es considerado como delito de contrabando, situación que se les estaría perdonando a los autos chocolate, agregó.

El programa de regularización de las unidades aplica únicamente para personas físicas, excluyendo a morales, atendiendo la naturaleza social y de apoyo a cierto sector de la sociedad.

Juárez Aguilar dijo que falta que se publique un decreto para la legalización de estos autos para conocer los beneficios que traerá el programa por los ingresos recaudados, tanto para personas físicas que sean elegibles como para la industria automotriz.

La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) advierte que la legalización de autos chocolate va a provocar una disminución en el valor de hasta 20% en los coches usados del mismo año y modelo de origen nacional, debido a la sobreoferta generada.

Además, cuando los propietarios vean que su unidad usada cuesta menos, van a decidir posponer su venta o retardar su renovación, afectando la cadena de comercialización de vehículos nuevos y seminuevos.

La AMDA indicó que la introducción y comercialización de vehículos usados procedentes de Estados Unidos sin cumplir las formalidades del procedimiento aduanero es un delito que se ha pretendido resolver con 19 procesos de regularización de autos chocolate entre 1979 y 2011.

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