Más Información
Golpea a su novia con un tubo y la deja inconsciente en Edomex; “¡Por favor, no le hables a mi mamá!” pide agresor entre lágrimas
Sheinbaum: de los pueblos van a salir los nuevos jueces; se compromete a electrificar comunidades de Durango
Advierten riesgos del plan de Sheinbaum para abasto de medicamentos; generará sobreprecio, dicen en la industria farmacéutica
De chocolate, vainilla, tres leches, cheesecake, fresa, frutos rojos o moka, no importa el sabor, los mexicanos demostraron que con los pasteles están superando la pandemia de Covid-19.
Ya no se ve el pastel como un alimento que sólo se consume en festejos, pues ahora se compra como postre.
Las pastelerías diversificaron la oferta y ahora hay tamaños mini para cinco o 10 personas, y apenas hace unos meses volvieron a solicitarse para 50.
El distanciamiento social provocó que, “de ser para una ocasión especial, los pasteles se convirtieran en un postre”, dice el fundador de la franquicia de pastelerías Deli Tutti, Heber Bravo.
Otro efecto es que las pastelerías incluyeron nuevos tamaños, sobre todo pasteles pequeños.
El año pasado, en los primeros meses de la pandemia, “las personas se permitieron un antojo después de la comida y compraban un pastel para cinco o 10 personas”, explica.
Seguramente este cambio de tendencia incrementó el consumo per cápita de pasteles, que hace seis años era de dos kilos al año, de acuerdo con el Inegi.
Por el contrario, los pasteles especiales para grandes festejos dejaron de encargarse, sobre todo los elaborados para más de 50 personas, debido a que se cancelaron fiestas y grandes eventos, pero se mantuvieron las ventas de pasteles medianos y chicos.
Deli Tutti estima que en 2019 se elaboraron alrededor de 400 pasteles diarios, pero para 2020 la cifra subió a 570.
En 2021 se mantuvo el crecimiento, llegando a 800 pasteles al día, pero con la meta de cerrar el año en mil 250.