Otorgar un subsidio generalizado para apoyar al sector formal de los trabajadores, para paliar la pandemia, no es conveniente porque hay insuficiencia de recursos, advirtió el profesor del Centro de Investigación Económica del ITAM, Carlos Urrutia.

“El problema de hacer subsidios generalizados al sector formal, es que buena parte no los necesita y, en ese sentido, es un desperdicio de recursos fiscales que son tan escasos en estos momentos”, afirmó.

Al participar en el seminario web: "Covid-19, efectos de la pandemia en los mercados laborales e informalidad", organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), presentó el proyecto de investigación que realizó en conjunto con Gustavo Leyva , del Banco de México, sobre el mercado laboral informal en tiempos de la pandemia.

Ante esto, propusieron las siguientes políticas: reducir impuestos a la nómina y a las contribuciones a la seguridad social , subsidio directo a la contratación de trabajadores en el sector formal y dar un subsidio al desempleo o al ingreso de los informales.

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Por ello, aseguró que las dos primeras consiguen incentivar la creación de empleo y reducir la tasa de informalidad , pero la diferencia es el costo fiscal.

Funciona más la segunda, dijo, porque los impuestos a la nómina beneficiarán a los empleos que no iban a ser destruidos con la pandemia.

Mientras que el subsidio al desempleo tiene un efecto muy pequeño y el último genera un aumento en la tasa de la informalidad y baja la productividad, indicó.

SIN AMORTIGUADOR

Afirmó que la caída del empleo no es mucho menor a la de 2020, ligada como un espejo al aumento en la tasa de la inactividad.

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En términos del desempleo, no se observa un mayor movimiento o diferencia en crisis anteriores.

Sin embargo, en términos de participación del mercado laboral, se ve un aumento mayor en la tasa de inactividad en comparación al 2009.

Otra gran diferencia que subrayó fue el comportamiento de la tasa de informalidad que solía ser contracíclica en previas recesiones, es decir, aumentaba en episodios de recesión y eso no mostraba una reasignación de trabajadores formales al informal; de hecho, tanto uno como el otro caían, pero el segundo menos.

“El informal lo hacía en menor medida y funcionaba con un amortiguador en crisis de empleo, y esto no ha ocurrido como producto de la pandemia”, puntualizó.

cev/nv

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