El Masters de Augusta representa muchos millones de dólares, una de las razones por las cuales los socios decidieron aplazar el torneo a noviembre, en lugar de cancelarlo por la pandemia de coronavirus, pese a que The Open Championship se jugará —si todo sale bien—, en 2021.

Este fin de semana, se esperaba para conocer si Tiger Woods, cinco veces campeón en el mítico campo de Augusta National, era capaz de defender su corona, pero la pandemia que ha azotado a todo el deporte a nivel internacional obligó la suspensión del primer Major de la temporada.

Se espera que, en siete meses, el certamen fluya sin complicaciones, ya que su ausencia significa pérdidas millonarias para toda la industria que rodea al torneo más emblemático del golf.

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Para la ciudad sede, Augusta , con 200 mil habitantes, significa la semana más productiva del calendario, con una derrama económica aproximada de 120 millones de dólares, según registros locales, por lo que no llevarlo a cabo representaría un fuerte golpe a todos los niveles de esa sociedad.

Los hoteles suben el precio de sus habitaciones, a un mínimo de 300 dólares por noche, y el 89% son ocupadas.

En lo que se refiere al torneo, que arrancó su legado en 1934, recibe 35 millones de dólares por la taquilla, con un promedio de dos mil 500 dólares por entrada. Su popularidad genera que muchos aficionados se trasladen hasta Augusta para presenciarlo.

La administración de Augusta National guardó los 11 millones de dólares de la bolsa a repartir en premios, de los cuales 1.98 recibirá el campeón en el otoño.

En cuanto a los acuerdos televisivos, para adquirir los derechos de transmisión del Major se necesitan 25 millones de billetes verdes. Más de 13 millones de personas en Estados Unidos ven la ronda del domingo, que es la definitiva.

Además de que los socios patrocinadores desembolsan siete millones de dólares para publicidad durante toda la semana.

Estas cifras son algunas de las razones por las que el Masters 2020 no fue cancelado, como sucedió con The Open Championship . La ciudad, sus habitantes, los jugadores, socios y aficionados alrededor del mundo esperan con ansias que sea la segunda semana de noviembre para que arranque el torneo, si la pandemia lo permite.

 
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