Sigue siendo muy extraño que el laboratorio cubano antidopaje se haya tardado aproximadamente cinco meses en dar a conocer los resultados de exámenes antidopaje, como supuestamente sucedió en el caso del futbolista Víctor Guzmán , quien está siendo investigado al dar un “positivo adverso”, en un examen realizado en agosto del año pasado.

Una fuente consultada por EL UNIVERSAL Deportes , y que fue parte de la Conade señala que, “es ilógico que se manejen esos tiempos. Si se tardan tantos meses, entonces ¿el deportista anduvo cinco meses en los campos rompiendo las reglas? No me quiero imaginar que esos exámenes fueran para detectar una enfermedad, con esa tardanza cuando entregaran los resultados el paciente seguro ya hubiera fallecido”.

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Todo se pudo haber evitado, “si el laboratorio antidopaje en México siguiera funcionando, pero a la administración actual le resultó muy caro mantenerlo. Se tardó 10 años en conseguir la certificación y de un plumazo le dieron para atrás de la noche a la mañana, y estas son las consecuencias”.

Ahora, “¿por qué hacerlo en Cuba ? Seguro porque este gobierno simpatiza con los socialistas, pero antes de que hubiera laboratorio en México los exámenes se hacían en Estados Unidos y todo estaba bien; además está el laboratorio de Brasil , que tiene una gran medicina deportiva”.

Ahora que es año olímpico, “las federaciones deben tener mucho cuidado con esto. En años anteriores, semanas antes de viajar se hacían exámenes para asegurar que no se llegara a la competencia y hubiera alguna sorpresa, ahora no sé qué vaya a pasar si hacen una prueba y la van a entregar cinco meses después”.

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Ricardo de Buen, abogado especializado en derecho deportivo internacional y miembro del TAS , indicó que según su experiencia, “los resultados tardan en llegar, a veces, dos semanas o un mes. La clave de todo esto es saber cuándo recibió los análisis el laboratorio cubano, y quién fue el que los mandó, de ahí se pueden sacar muchas conclusiones”.

Por ahora “no se puede crucificar a nadie. El primer responsable de todo esto es el jugador, ya que él sabe qué es lo que entra a su cuerpo, y su defensa apenas va a iniciar. Aquí, de entrada, podemos dejar fuera a clubes, federaciones y comisiones; todo esto no hubiera iniciado si no fuera porque alguien incurrió, supuestamente, en dopaje”. De Buen señala que esto revela “la falta de cultura que hay en el tema del dopaje en México”.

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