Joe Burrow

confirmó que el paso dominante de los Tigers de LSU en la temporada regular de la NCAA no fue una casualidad, luego de que aplastaran 63-28 a los Sooners de Oklahoma en el Peach Bowl y que les permitió instalarse en el juego por el Campeonato Nacional.

Burrow

, el flamante ganador del Trofeo Heisman, lanzó 493 yardas y siete pases de touchdwon, que provocó que los de Tigers llegaran a 63 unidades, un rércord anotador para el Peach Bowl, que se celebra desde 1968.

Oklahoma

y Hurts, también finalista al Heisman, no pudieron detener a la máquina ofensiva de LSU, que ya se había encargado de derrotar, en Tuscaloosa, a Alabama, la dinastía de la década.

Burrow

llegó a 55 pases a las diagnonales, que lo ubican como el segundo quarterback con más envíos de touchdown en una sola campaña. El listado lo lidera Colt Brennan, en 2006, cuando lanzó 58 pases con la Universidad de Hawaii.

El mariscal de LSU podrá romper la marca el 13 de enero, cuando dispute el juego por el título en Nueva Orleans.

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