“Que se investigue”, “quien nada debe nada teme”. Esas han sido las respuestas del Presidente ante algún ilícito o presunto caso de corrupción. ¿Por qué en el caso de Arturo Zaldívar las cosas han sido tan distintas?

A los mexicanos nos deben una profunda reforma al Poder Judicial que no tiene que ver con la deseada por López Obrador de tener jueces por elección popular, que lejos de resolver la corrupción al interior, la agravaría.

El posible contubernio entre Palacio Nacional y la presidencia de la SCJN durante la gestión de Arturo Zaldívar, parece ser un escándalo que nos alerta de los riesgos que existen cuando el Poder Judicial se somete al Poder Ejecutivo.