El Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, informó que sus instalaciones quedarían inhabilitadas hasta nuevo aviso, motivo por el cual ofreció diferentes alternativas para terminar el semestre, pero estas opciones no resultaron satisfactorias para todos los miembros de la comunidad.

Bernardo, alumno de primer semestre de licenciatura, reconoce que tras la emergencia, mucha de la información entre carreras era distinta, además “cuando nos mandaron a campus Estado de México para explicarnos cómo iba a ser la continuidad de las clases pregunté sobre las transferencias y la persona que me atendió no tenía idea de nada”.

El fin de semana siguiente al sismo, las autoridades del Tec informaron la reanudación de actividades a través de un modelo denominado híbrido flexible, que consiste en clases en línea y presenciales dentro de los 120 espacios físicos que otras universidades prestaron y posteriormente en las aulas prefabricadas que se construirían en el campo de fútbol americano.

Al mismo tiempo, la institución ofreció transferencias a cualquier campus de la república. También anunció el descuento del 30% de la colegiatura del semestre y la posibilidad de una baja temporal o definitiva con la garantía de que lo pagado hasta el momento sería regresado de forma íntegra.

Para Bernardo, ninguna de estas opciones resultó la idónea. “Me dijeron que podía transferirme a campus Monterrey, pero esto implica más costos, porque aparte de la colegiatura tienes que considerar el hospedaje”, dice.

Además “mandé un mail a tesorería preguntando lo que tenía que hacer y ahí me mandaron una lista de documentos que debía llevar para hacer el trámite en Santa Fe. Cuando llevé mis comprobantes de pago no me devolvieron como cinco mil pesos porque supuestamente ese dinero ya se había gastado en seguros y eso no lo podían devolver, pero entonces yo me pregunto ¿por qué dicen que van a regresar el total de lo pagado? No me molestan sus condiciones, lo que me molesta es que públicamente digan una cosa y cuando realizas los trámites sea otra”.

Los maestros también pusieron de su parte para salvar el semestre, adaptaron sus cursos a las clases en línea y se transportaron al Campus Estado de México para capacitarse en Zoom, una plataforma que permite conectarse con varios usuarios al mismo tiempo para formar una clase virtual. “Algo que me gustó fue que capacitaron a los profes en muy poco tiempo y eso era lo mínimo que esperaba de la institución”, señala una alumna.

La confusión y desinformación a la que se enfrentó Bernardo, lo obligó a tomar la decisión de cambiarse de universidad “el Tec no me decía si podía irme de intercambio a otra escuela y yo no quería tomar clases en línea, como era mi primer semestre decidí darme de baja y empezar de nuevo mi carrera en la Ibero con algunas materias revalidadas”, comenta.

Los alumnos reconocen que la respuesta del Tec a la crisis derivada del sismo funciona; sin embargo no están convencidos de que el modelo sea igual de efectivo a la manera en que aprendían antes del 19 de septiembre. También aceptan que de faltarles un año o incluso un semestre para terminar la carrera sí habrían considerado la transferencia a otro campus o universidad. “Siento que el cambio tan drástico de modelo no permitió la adaptación, o sea fue un trancazo para todos. Insisto, se tenía que salvar el semestre, fue la opción, pero a mí ya no me está gustando”, expresa una alumna.

Respecto a cuándo se retomarán las clases presenciales en el campus, la institución informó que sería hasta enero de 2018. Mientras tanto, las aulas prefabricadas siguen en proceso de construcción y los espacios prestados continúan sin ser usados por algunos de los alumnos.

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