El llamado hackeo de que mostró la vulnerabilidad de las dependencias de seguridad, fue uno de los acontecimientos que más marcaron este 2022.

En un acontecimiento sin precedentes, el pasado 28 de septiembre, el periodista Carlos Loret de Mola reveló que un grupo de hackers autonombrados como “Guacamaya” quebrantaron la ciberseguridad militar para infiltrarse en los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional ( Sedena ) para extraer 6 teras de datos.

El estado de salud del presidente de México, el espionaje por parte del gobierno, vínculos de administraciones estatales con el narcotráfico y objetivos prioritarios de las fuerzas armadas, así como otros informes relevantes, salieron a la luz tras ser filtrados a investigadores y periodistas con el propósito de exponer al gobierno federal.

La información difundida por el grupo de hackers equivalía a 20 millones de documentos que iban desde correos, cartas, informes, investigaciones y presentaciones recopilados desde 2016 hasta 2022 que rápidamente causaron una ola de reacciones debido a la amenaza a la seguridad nacional que esta vulneración representó.

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La salud del presidente

Con documentos filtrados por “Guacamaya”, entre los que mostró la bitácora de una aeronave que trasladó de emergencia al presidente a una revisión médica por problemas en el corazón, el periodista Carlos Loret de Mola aseguró que el presidente Andrés Manuel López Obrador se encontraba muy enfermo de diversos padecimientos.

Angina inestable, gota e hipotiroidismo fueron las enfermedades señaladas en los correos electrónicos y documentos oficiales expuestos con los que Loret de Mola confrontó públicamente al Ejecutivo federal tras cuestionarle el porqué de haber escondido esa información de relevancia pública.

”El Culiacanazo”: FGR investigó a elementos de la Sedena por ser presuntos infiltrados del Cártel de Sinaloa

Por presuntamente filtrar información, dar seguridad a integrantes del crimen organizado durante el operativo fallido para la detención de Ovidio Guzmán “El Ratón”, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, y el asesinato de dos civiles, la Fiscalía General de la República (FGR) investigó a más de 130 militares, entre ellos tres generales y tres coroneles.

“Hago de su conocimiento que esta Fiscalía cuenta con líneas de investigación en la que se pudiera desprender la posible participación de elementos de su corporación en los hechos acontecidos (…) el jueves 17 de octubre del 2019, se dio a conocer en medios de comunicación y fuentes abiertas donde la supuesta detención por parte de elementos de Sedena y Guardia Nacional, de Ovidio Guzmán López, en la Ciudad de Culiacán, Sinaloa, donde se suscitaron enfrentamientos con miembros de la Delincuencia Organizada y fuerzas armadas, quienes pretendían evitar la detención de Ovidio Guzmán López", informa la línea de investigación que el grupo de hackers reveló.

Espionaje y seguimiento a civiles

Los archivos expuestos por el grupo de hackers revelaron que la Sedena sigue a detalle el rastro y actividades de periodistas, defensores de derechos humanos, activistas y algunos civiles utilizando el software espía Pegasus.

Reportes de inteligencia elaborados por la Defensa Nacional detallaban un seguimiento puntual a las marchas, protestas, reuniones y mensajes positivos o críticos emitidos por dichos grupos y hasta un marcaje personal del Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.

Vínculos entre autoridades y grupos militares

Reportes de posibles enlaces entre autoridades estatales y narcotraficantes, traficantes de armas y grupos de huachicoleo también fueron expuestos; en ellos, también se da cuenta de que la Sedena tenía conocimiento de estas uniones.

Dentro de estas revelaciones se incluyó un reporte en el que se señaló al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, por entregar la seguridad estatal de Tabasco a tres presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación.

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