En una sigilosa operación, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador entregó en extradición a Estados Unidos a Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, hijo del capo Joaquín El Chapo Guzmán Loera, sentenciado en ese país por varios delitos de narcotráfico.
En pleno aniversario del inicio de la lucha de Independencia de México, y sin información oficial por parte de autoridades mexicanas, agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) adscritos a Interpol sacaron por la mañana al líder de la facción de Los Chapitos, del Cártel de Sinaloa, del penal de El Altiplano.
Fue trasladado en helicóptero al Aeropuerto Internacional de Toluca, Estado de México, para tomar un avión con rumbo a Chicago, donde fue entregado para ser presentado ante una Corte de Illinois por delitos de tráfico de cocaína, metanfetaminas y marihuana.
Guzmán López, cuya extradición fue confirmada por autoridades de Estados Unidos, iba a bordo del avión Bombardier Challenger 605, matrícula XB-NWD, de la FGR, el mismo en el que fue extraditado su padre y políticos como Emilio Lozoya Austin, Roberto Borge y el empresario Alonso Ancira.
Por la tarde, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, confirmó el traslado de El Ratón a su país, como resultado de la cooperación policial con México.
A través de un comunicado difundido por el Departamento de Justicia, el fiscal Garland afirmó que esta acción es el paso más reciente de las autoridades estadounidenses para atacar las operaciones de Los Chapitos, señalados por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de inundar de fentanilo a Estados Unidos.
“Hoy [ayer], como resultado de la cooperación policial entre Estados Unidos y México, Ovidio Guzmán López, líder del Cártel de Sinaloa, fue extraditado a Estados Unidos. Esta acción es el paso más reciente en el esfuerzo del Departamento de Justicia para atacar todos los aspectos de las operaciones del cártel”.
El funcionario estadounidense agradeció al gobierno de México por la extradición de Guzmán López, considerado el encargado de los laboratorios del Cártel de Sinaloa para la producción de fentanilo.
“La lucha contra los cárteles ha implicado un valor increíble por parte de las fuerzas del orden de Estados Unidos y de los miembros del servicio militar y de las fuerzas del orden mexicanas, muchos de los cuales han dado sus vidas en la búsqueda de la justicia. Les agradezco a ellos y a los fiscales del Departamento por su trabajo y su sacrificio.
“También agradezco a nuestros homólogos del gobierno mexicano por esta extradición”. Y advirtió: “El Departamento de Justicia seguirá señalando a los responsables de alimentar la epidemia de opioides que ha devastado demasiadas comunidades en todo el país”.
Según la acusación presentada ante la Corte de Illinois, Guzmán López asumió el control del Cártel de Sinaloa después del arresto de su padre en 2016, y se encargó del envío de toneladas de cocaína, marihuana y otras drogas que se distribuyeron en toda el área de Chicago.
La acusación de Chicago también señala a Los Chapitos de asesinato, secuestro y agresión contra agentes policiacos, rivales y miembros de su propio cártel.
Apenas la semana pasada, un juez federal avaló la extradición de Ovidio Guzmán López y pidió a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que se pronunciara al respecto, dependencia que finalmente concedió la entrega.
El Ratón también es requerido por una Corte de Nueva York por ser el principal productor y distribuidor de fentanilo. Asimismo, enfrenta acusaciones en Washington, Distrito de Columbia.
Desde septiembre de 2019 existía una carta diplomática del gobierno de Estados Unidos solicitando la detención con fines de extradición de Guzmán López, líder de Los Chapitos, con centro de operaciones en la capital sinaloense.
En enero de este año, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González, afirmó que la principal actividad de Ovidio Guzmán López dentro de Los Chapitos era la operación de laboratorios donde se producen las metanfetaminas. Con información de Eduardo Dina y Ángel Santamaría