El iniciará operaciones, en esta nueva etapa para sustituir al Insabi, con hospitales insuficientes para asistir a millones de mexicanos sin seguridad social, un déficit de casi 30 mil médicos para atender a los pacientes actuales y un desabasto persistente de medicamentos.

A ello se sumará una carga extra de 32.8 millones de personas que se atendían en el Insabi, y se añadirán a los 26.4 millones que atiende el nuevo IMSS-Bienestar, hasta el primer trimestre de este año, según sus propias cifras.

De acuerdo con especialistas, el nuevo organismo público descentralizado se basa en un modelo creado hace 44 años con IMSS-Coplamar y que ha sido rebasado, por lo que busca soluciones desesperadas ante las deficiencias que le impiden operar de mejor manera.

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Sin infraestructura suficiente

El nuevo organismo descentralizado opera 190 hospitales en 11 entidades, pero, según las propias cifras del IMSS-Bienestar, para atender a 66.4 millones de personas por lo menos requeriría una infraestructura de 2 mil 213 hospitales, pues, de acuerdo con las reglas de operación, un hospital puede cubrir entre 15 y 30 mil personas. En comparación, el IMSS ordinario da servicios médicos a 72.7 millones de derechohabientes, con 386 hospitales en todo el país.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Juan Francisco Martínez, director de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, refirió que por la falta de infraestructura, el IMSS-Bienestar no dará resultados inmediatos y deberá hacer “una planificación estratégica coherente con lo que vive el país” para solucionar el desabasto de medicamentos que viene arrastrando.

“No va a dar resultados de inmediato, es decir, el IMSS-Bienestar no tiene la infraestructura suficiente para albergar todos los servicios que daban los sistemas de salud estatales. No nada más es un cambio de color en los edificios o en los formatos, sino también es una cuestión de operación”, expuso.

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Señaló que es poco el tiempo que le queda a la presente administración federal para poder organizar “y adaptar estos híbridos que quieren, de repente, hacer funcionar con un modelo que fue creado hace bastantes años. Que no es malo, pero que fue creado con otra necesidad a la que vive hoy el país”, aseguró Juan Francisco Martínez.

Fuente: Gobierno de México
Fuente: Gobierno de México

Ruegan para que jubilados regresen ante falta de médicos

El nuevo IMSS-Bienestar ha incorporado a 4 mil 704 médicos, pero tiene un déficit de 29 mil 710 especialistas, que busca subsanar ante la premura con que fue aprobada la reforma para transferirle las tareas del Insabi y antes de que el Ejecutivo publique el decreto.

El organismo descentralizado busca contratar a jubilados del Seguro Social, es decir, personas de entre 66 y 75 años, en su mayoría, ya que la mitad de los 29 mil están dentro de ese rango.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Andrés Castañeda, coordinador del Colectivo Cero Desabasto, señaló que la contratación de jubilados es una “solución desesperada”, porque “no necesariamente están actualizados”, y en lugar de eso se debería incorporar a miles de jóvenes médicos que se gradúan cada año.

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“El problema es que no están teniendo tanto éxito con estos procesos de reclutamiento y ahora quieren meter a los médicos jubilados, en un país donde se gradúan entre 19 mil y 20 mil médicos cada año. Lo que tenemos es una falta de incentivos para que estos funcionarios de salud ocupen estas plazas”, afirmó.

También refirió que en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024 debe considerarse “un aumento importante en el presupuesto del IMSS-Bienestar, para ofrecer la misma calidad de los servicios que ofrece el IMSS ordinario”.

Millones de recetas sin surtir

El IMSS-Bienestar tiene un desabasto de medicamentos, mayor al del IMSS ordinario, que reconoció Zoé Robledo, director general del IMSS. En el caso del IMSS ordinario “reporta 95% de las recetas surtidas. Claro que nos preocupa ese 5%, porque en el IMSS significan millones de recetas”.

No obstante, ese porcentaje se duplica (10%) en el IMSS-Bienestar, de acuerdo con el reporte de diciembre de 2022, de la organización Cero Desabasto, conformado por más de 100 organizaciones. “Si el IMSS ordinario ha estado mal, el IMSS-Bienestar ha estado peor”, afirmaron.

Y en algunas entidades es mayor el desabasto; por ejemplo, el IMSS-Bienestar en Veracruz no surtió hasta 20% de las recetas y en Guerrero, 14%, según datos del propio IMSS.

El 17 de enero de 2023, Zoé Robledo aseguró en Palacio Nacional, ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, que el plan era llegar a los estados de Hidalgo, Michoacán, Morelos, Oaxaca, San Luis Potosí, Tamaulipas, Quintana Roo y Zacatecas, para alcanzar a 31.5 millones de usuarios, 48% de los 66.4 millones sin seguridad social.

Sin embargo, el 28 de marzo ajustó las cifras y dijo que para el primer trimestre de este año iniciarían en San Luis Potosí, Zacatecas, Michoacán y Morelos, para llegar a 26.4 millones de personas sin seguro social (y bajó a 39.8% del total), pero sólo se concretó en los dos últimos estados.

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