El Congreso de la Unión aprobó la extinción del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) el pasado fin de semana; sin embargo, dicho órgano tiene 543 contratos vigentes en 2023 que no puede cancelar e incluso varios de ellos son plurianuales hasta 2024.

El monto total de los contratos es de 15 mil 697 millones 970 mil 094 pesos, y son en su mayoría con farmacéuticas para la compra de medicamentos, materiales de curación y aparatos médicos, entre otros.

También destacan contratos con empresas de seguridad y vigilancia, tecnología y limpieza.

Al respecto, Morena descartó que con la extinción del Insabi se vayan a cancelar los contratos o pagar indemnizaciones por incumplimiento, y explicó que todas las obligaciones del instituto, incluidos sus adeudos, serán absorbidos por el IMSS-Bienestar.

Por su parte, Francisco Burgoa, profesor de la facultad de Derecho de la UNAM, sostuvo que es importante saber qué es lo que va a pasar con esos compromisos, pues de “no cumplirse generarán daños al erario” y se tiene que ver que se cumplan esos contratos.

En una revisión de EL UNIVERSAL al portal Compranet, se advierte que el contrato más elevado es una transacción que se llevó a cabo para la adquisición de vacunas en los ejercicios fiscales 2023-2024, el cual fue entregado por adjudicación directa a la empresa Pfizer, S.A. de C.V., y que fue publicado apenas el pasado 17 de abril, 10 días antes de que se promoviera la extinción del Insabi.

El contrato es por un monto de 2 mil 164 millones 535 mil 111 pesos, para surtir vacunas de neumococo y pentavalente, y tiene vigencia al 31 de diciembre de 2024.

Otro de los contratos más costosos fue el firmado con la empresa Merck Sharp & Dohme Comercializadora, S. de R.L. de C.V., que se concretó mediante licitación para la adquisición de vacunas. Es por un monto de mil 370 millones 879 mil 985 pesos y tiene vigencia del 1 de enero de 2023 al 31 de diciembre de 2024.

En el top 5 de los contratos por montos más elevados del Insabi se encuentra otro para la adquisición consolidada de medicamentos para los ejercicios 2023-2024 (618 claves), que se otorgó a través de una licitación que ganó la empresa Iare de Occidente, S.A. de C.V., por un monto de 861 millones 763 mil 118 pesos.

El cuarto sitio lo ocupa otro contrato para la adquisición de vacunas contra rotavirus para los ejercicios fiscales 2023-2024. Lo ganó la empresa Glaxosmithkline México, S.A. de C.V. por un monto de 670 millones 110 mil 200 pesos.

Entre los 543 contratos también destaca el que ganó la empresa Ambiderm, S.A. de C.V. vía licitación, por 669 millones 84 mil 410 pesos para la adquisición consolidada de material de curación, agentes de diagnóstico y otros insumos para los ejercicios 2023-2024 (394 claves).

Al respecto, el diputado Emmanuel Reyes Carmona, promovente de la iniciativa por la que se extinguió al Insabi, descartó querellas legales al respecto y explicó que en el artículo cuarto transitorio del dictamen se establece que la Secretaría de Salud deberá transferir todos los recursos humanos, presupuestarios, financieros y materiales, así como de los inmuebles, además de los derechos y obligaciones del Instituto de Salud para el Bienestar a los Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar).

“Lo anterior significa que serán el IMSS-Bienestar o la Secretaría de Salud, según corresponda, las encargadas de asumir las obligaciones que se tienen con respecto a los adeudos del Insabi. Esto debe ocurrir en un plazo no mayor a 180 días naturales contados a partir de la entrada en vigor del decreto. Es importante señalar que se tuvieron pláticas con gente del IMSS-Bienestar quienes también acordaron esta cuestión para que no se vieran afectadas las personas y empresas con las que el Insabi mantiene un adeudo”, expuso.

Se deben analizar contratos: experto

En tanto, Francisco Burgoa, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que analizar los contratos vigentes del Insabi “es interesante, pero principalmente importante para saber exactamente qué es lo que va a pasar con esos compromisos, que de no cumplirse generarán daños al erario”.

El experto señaló que con el artículo cuarto transitorio de la reforma el gobierno federal queda protegido jurídicamente ante posibles querellas.

“El hecho de que se extingue el Insabi no quiere decir que se tienen que dar por extintos todos esos contratos, porque las obligaciones serán transferidas al IMSS-Bienestar. Sin embargo, eso está en el papel, y, aunque quedan protegidos jurídicamente, ahora sólo falta ver que el gobierno, a través del IMSS-Bienestar, cumpla.

“Ya se estableció en la ley y sólo hay que dar seguimiento de que se continúe con el pago de esos contratos, aunque sea a través de otra dependencia”, dijo.

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