Al grito de “la ley tiene un hueco, derechos al pacheco”, “la mota legal eleva la moral” y “tierra para sembrarla, libertad para fumarla”, miles de jóvenes se reunieron afuera del Senado de la República para exigir al Congreso de la Unión que asuma su responsabilidad de legislar la regulación del cannabis.

En el marco del Día Internacional de la Marihuana, a las 16:20 horas dio inicio el Plantón 4/20, en el que se reunieron hombres y mujeres por el gusto de convivir y consumir libremente marihuana, aunque desde antes de las 10 de la mañana ya había un contingente amplio sobre Paseo de la Reforma.

Automovilistas y peatones que pasaban por el lugar veían con sorpresa cómo a la vista de todos algunos jóvenes hacían sus churros, mientras que otros compraban la droga con personas que ofrecían “bolsitas” de la yerba, de varios tamaños.

La de cuatro gramos se vendía a 100 pesos y la de dos gramos a 50, aunque también había quienes la ofrecían a 70 pesos, “de buena calidad”.

A las cuatro de la tarde ya había ríos de gente que inundaban los carriles centrales y laterales del Paseo de la Reforma en sentido de oriente a poniente, pero lo que más sobresalía era el humo de quienes se daban sus toques sin rubor alguno.

La policía no intervino, y sólo se notaba la presencia de agentes de tránsito para agilizar la circulación vehicular de las dos avenidas más importantes de la Ciudad de México: Reforma e Insurgentes.

Desde temprano también se veía a muchos de los jóvenes con una botella o una lata de cerveza en la mano “para aguantar el calor”.

A la hora emblemática, 4:20 de la tarde, dos de los convocantes tomaron el micrófono para dar la bienvenida “a todos los amantes de la mota” y organizar las consignas: “¡La ley tiene un hueco, derechos al pacheco!”, pero ante la floja respuesta de la gente se escuchó en las bocinas: “Creo que todavía falta un poco más de ímpetu. Compas, ¿no saben el día de hoy qué día es? Pues es el Día de la Mota, compas, que se escuchen las consignas. ¡Ya son las 4:20!”.

Ante el júbilo de los asistentes, desde el templete se les invitaba a no bajar los brazos y continuar la lucha por una ley que proteja a los consumidores e incentive el cultivo y venta del cannabis.

“Ya no estamos solos, campesinos, ejidatarios, científicos, médicos, sonidos de protesta, mujeres canábicas y, sobre todo el día de hoy, los pachecos responsables que están aquí en paz”, destacó el orador.

Sin embargo, anunció a la multitud que antes de septiembre próximo no hay posibilidades de contar con una legislación acorde a la realidad que vive hoy el país.

Luego de los mensajes y las arengas en favor del consumo legal de la marihuana, se dio paso al DJ que programó música a todo volumen, lo que prendió a la masa de amantes de la yerba.

Mientras el grupo que estaba más cerca de los bafles bailaba y saltaba, al tiempo que fumaba su cigarrillo de mota, otros grupos caminaban sobre las banquetas o el arroyo vehicular de Reforma, muchos de ellos ataviados con ropa o accesorios alusivos al Día Internacional de la Marihuana y algunos acompañados de sus mascotas.

Pasadas las 5 de la tarde, otros jóvenes esperaban el inicio de la tocada en vivo a cargo de dos grupos: Kaluba y Golpe y Tajo, mientras que otros disfrutaban la función de lucha libre en el ring que se instaló en pleno Paseo de la Reforma, con luchadores semiprofesionales.

De repente, de la nada algunos asistentes comenzaron a correr hacia donde se encontraban los contingentes más compactos, lo que provocó que otros salieran despavoridos, empujando a los demás, causando que varios cayeran al suelo, mientras otros se golpearon contra las vallas metálicas que se colocaron alrededor de la plaza, con un saldo de varios jóvenes con raspones y golpes leves.

A lo largo de la tarde y noche se presentaron otros episodios similares, originados presuntamente por la corretiza a algunos vendedores de droga que no eran conocidos de los organizadores.

La concentración multitudinaria fue aprovechada no sólo por quienes venden droga o alcohol, sino también por algunos comerciantes ambulantes, que ofrecían desde papas con catsup o salsa hasta raspados, mangos con chile, refrescos, aguas frescas, tacos de canasta, tortas, sopes y otros antojitos.

La reunión masiva concluyó después de las nueve de la noche, no sólo porque los organizadores así se comprometieron, sino porque la lluvia echó a perder el ambiente festivo de los defensores de la cannabis, quienes prometieron no dejar de exigirle al Poder Legislativo que haga su trabajo y retome el proceso que se inició desde hace más de dos años y que ha quedado inconcluso, pese al compromiso de legisladores.

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