A pie, en bicicleta, en scooter, en motocicleta y hasta corriendo, decenas y decenas de ciudadanos salieron de casas y trabajados para ver el recorrido de expresidente Andrés Manuel López Obrador de Tlalpan a San Lázaro.
Fueron 19 kilómetros que -en su mayoría- se formó una valla humana.
Con pancartas con el mensaje de “¡Gracias! ¡Viejito Chulo!” “Hasta siempre Presidente”, ramos de flores, mujeres, hombres, niños, niñas adolescentes despidan a lo lejos el Jetta blanco que manejó Roberto Rojas, el más leal de los colaboradores del exmandatario.
López Obrado salió de su domicilio en la calle Cuitlahuac, en la misma calle donde hasta ayer vivió su sucesora, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
El portón color cobre se abrió y el pilórico tabasqueño salió a pie a despedir a sus vecinos y seguidores.
Gritos de júbilo. Luego al jetta a su cita con la historia.
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En calzada de Tlalpan un grupo de mujeres le arrojó pétalos de flores.
López Obrador salido a los suyos desde el otro lado de la ventanilla.
Su esposa la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, en el asiento trasero, buscó su hombro y luego López Obrador le tomó la mano.
Hace unos horas dejó de ser Mandatario federal, pero sus seguidores le siguen llamando ¡Presidente!
En Tlalpan, también un ciclista -como hace casi seis años- siguió su recorrido pedaleando entre motociclistas.
En Viaducto y Congreso de la Unión un joven de camiseta amarilla y peinado de rasta, corrió a su lado unos 20 metros para tomarse una selfie.
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López Obrador solo fue escoltado por un par de motociclistas de la SSP de la Ciudad de México, atrás una camioneta negra con dos militares.
En otro vehículo -Jetta Blanco- Daniel Asaf su exjefe de Ayudantía y diputado federal.
Así fue el recorrido de Andrés Manuel López Obrador, el primer presidente de izquierda (2018-2024) en un mar de gente, entre banderas de México, globos, efigies, amlitos, y un grito que lo acompañara por siempre : “¡Es un honor estar con Obrador!”.
kicp/apr