A contracorriente de lo que la mayoría de jefes de Estado hacen en el mundo y de la recomendación de expertos y organizaciones internacionales de salud, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador es de los pocos mandatarios que no utilizan el cubrebocas en sus actos públicos.
El Jefe del Ejecutivo federal sólo ha usado la mascarilla en el marco de su viaje a Washington, donde se reunió el 8 de julio con el presidente Donald Trump.
Ayer el Jefe del Ejecutivo declaró: “A mí tanto el doctor [Jorge] Alcocer [secretario de Salud, Ssa] como el doctor Hugo López [subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud] me han dicho que no necesito el cubrebocas, si mantengo la sana distancia y los lugares donde sí es necesario [usar cubrebocas], [por] la norma, por no decir [que es] obligatorio, ahí sí me lo pongo, en el avión lo piden y me lo pongo.

El Presidente es de los pocos gobernantes que mantiene ese mensaje. El mandatario estadounidense Donald Trump insistió el martes pasado a la ciudadanía en usar los cubrebocas después de haber aparecido el lunes con uno y afirmar que lo “patriótico” es ahora cubrirse la cara.
“Obtengan una mascarilla, les guste o no la mascarilla tienen un impacto. Y necesitamos [hacer] todo lo que podamos”, afirmó el presidente republicano, quien además instó a los jóvenes a “ser seguros y ser inteligentes” y evitar bares llenos y grandes concentraciones.
La primera vez que el mandatario de Estados Unidos fue visto con un cubrebocas fue el pasado día 11 durante una visita al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, en Bethesda, Maryland.
Otro personaje que cambió un poco su discurso fue el gobernante brasileño, Jair Bolsonaro, quien tiene coronavirus. Él ha dicho varias veces que la enfermedad es sólo una “pequeña gripe” y a menudo interactuaba con multitudes, a veces sin usar cubrebocas.
Los médicos lo están atendiendo con hidroxicloroquina, un medicamento utilizado para la malaria cuya eficacia contra el virus no se ha demostrado y puede ser peligroso para algunas personas.
En múltiples ocasiones, especialistas han dicho los beneficios de las mascarillas. Hace más de un mes, el 15 de junio, el premio nobel de Química, Mario Molina, declaró que los gobernantes deberían dar el ejemplo al usar tapabocas.
“Si [el Presidente] va a hacer una gira en la que va a estar con mucha gente cerca, sí. Entonces sí sería importantísimo usarlo [el cubrebocas] para poner el ejemplo”.
Incluso el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, Robert Redfield, aseveró que si todos los estadounidenses los usaran, los crecientes casos por Covid-19 podrían estar bajo control dentro de cuatro a ocho semanas, según comentó durante una entrevista con The Journal of the American Medical Association, una publicación médica.
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