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Las personas con trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como anorexia y bulimia nerviosa, así como afecciones por atracones, son sólo el iceberg, pues hay quienes no cumplen con los criterios para ser diagnosticados con estos problemas, pero realizan acciones riesgosas como ayunos, dietas restrictivas, vómitos, ejercicio en exceso para bajar de peso, entre otras, dice la académica de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Psicología de la UNAM, Karla Edith González Alcántar.
“Estos comportamientos se asocian al futuro desarrollo de los TCA, los cuales generan consecuencias físicas y se relacionan con baja autoestima, niveles altos de ansiedad y depresión, por ejemplo”, asegura.
“Implica que las personas no coman y además hay problemas físicos y sicológicos asociados a éstos. La gente tampoco acude a tratamiento, lo que significa que las prevalencias que vemos están por debajo de lo que realmente tenemos como enfermedad a nivel nacional y mundial”, señala.
Con motivo del Día Mundial de Acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria que se conmemora mañana 2 de junio, la doctora en Psicología y Salud recuerda que son tres los principales: la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracones.
Precisa que las jóvenes son más vulnerables y aunque los hombres los presentan, es en menor medida. Se estima que de cada 10 personas con problemas, uno es varón y nueve mujeres.