El gobierno del presidente Nicolás Maduro declaró ayer persona non grata al embajador de España en Caracas, Jesús Silva Fernández, tras los comentarios del país ibérico sobre la política interna de Venezuela y las sanciones impuestas por la Unión Europea a siete funcionarios de la nación sudamericana. Madrid dijo que responderá con “medidas de reciprocidad” y proporcionalidad.

El canciller venezolano Jorge Arreaza anunció la medida en un comunicado vía Twitter, abriendo un nuevo capítulo de fricciones entre Venezuela y España. El gobierno venezolano también llamó a consultas a su embajador en Madrid, Mario Isea.

Arreaza no precisó cuáles son las consecuencias de esta declaración, aunque podría ser el paso inicial para ordenar la salida del país del embajador ibérico pronto.

De acuerdo con el escrito, Venezuela rechaza categóricamente las declaraciones del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en relación a las sanciones europeas a siete funcionarios acusados de abusos contra los derechos humanos o de violar el estado de derecho. Las autoridades estadounidenses habían sancionado previamente a decenas de líderes venezolanos, incluyendo a Maduro.

El ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, dijo en declaraciones a la prensa en Davos, Suiza, que su país responderá con “medidas recíprocas proporcionales” e informó que hoy se discutirán varias posibilidades en la reunión semanal del gabinete.

El portavoz del Partido Popular de España y vicepresidente primero del Grupo del Partido Popular Europeo, Esteban González Pons, dijo tras el anuncio venezolano que “la Unión Europea (UE) debe responder unida y con firmeza a la expulsión del embajador español”. “Como es habitual, el gobierno de Maduro busca un enemigo exterior para desviar la atención de la gravísima situación, marcada por la falta de libertades y por una profunda crisis económica y social a la que ha llevado a su país y a su población”, añadió.

En otro comunicado divulgado ayer, Venezuela condenó las recientes declaraciones del vicepresidente estadounidense Mike Pence, quien señaló vía Twitter que con la anticipación de las elecciones, Maduro pretende “privar a los venezolanos de elecciones libres y justas”.

La portavoz del Departamento de Estado estadounidense Heather Nauert, fue más allá, al afirmar que EU no reconocerá los resultados de las presidenciales “rápidas” venezolanas si se celebran, puesto que no serían “libres ni justas”. El régimen venezolano tachó ambas declaraciones de acciones hostiles e intervencionistas.

Diálogo, 28 de enero. El gobierno dominicano anunció, en tanto, que este domingo se reanudará en Santo Domingo el diálogo entre la oposición y el gobierno venezolanos, luego de que a la más reciente reunión no asisitieran los delegados de la alianza opositora. El negociador opositor Luis Florido señaló, no obstante, que si Maduro no da garantías de que las presidenciales serán limpias y competitivas, “no será posible concurrir” al diálogo del domingo.

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