Del Río, Texas.— Los últimos migrantes que quedaban en el campamento improvisado en la frontera de Texas fueron retirados ayer, informaron autoridades locales y federales.

“Desde esta mañana [viernes] ya no hay migrantes en el campamento debajo del puente internacional Del Río”, dijo el secretario de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, a periodistas en la Casa Blanca.

Señaló que hace menos de una semana había aproximadamente 15 mil indocumentados en Del Río, Texas, la gran mayoría ciudadanos de Haití. De acuerdo con Mayorkas, 8 mil regresaron voluntariamente a México, más de 5 mil fueron trasladados a centros estadounidenses de procesamiento de migrantes a lo largo de la frontera, y aproximadamente 2 mil fueron deportados a Haití en 17 vuelos.

Apenas cientos de personas fueron liberadas en el interior de Estados Unidos, bajo la consigna de que deben comparecer ante un tribunal. Muchos de los migrantes haitianos llegaron a Estados Unidos pensando que podrían acogerse al Estatus de Protección Temporal (TPS); sin embargo, éste sólo es válido para los haitianos que estaban en Estados Unidos para el 29 de julio, o antes.

Estados Unidos y México parecían ansiosos por poner fin a la situación humanitaria cada vez más politizada que provocó la renuncia de Daniel Foote, enviado especial de Washington a Haití, y una indignación generalizada luego de que se divulgaron imágenes de agentes fronterizos maniobrando sus caballos para bloquear y trasladar a los migrantes por la fuerza.

El presidente estadounidense, Joe Biden, se refirió ayer por primera vez a este tema. Dijo que la forma en que los agentes usaron sus caballos fue “horrible” y que “hay gente que pagará” por ello. Los agentes han sido asignados a tareas administrativas mientras el gobierno investiga.

“Habrá consecuencias”, dijo Biden. “Es una vergüenza, pero va más allá de una vergüenza: es peligroso, está mal, envía el mensaje equivocado a todo el mundo y envía el mensaje equivocado en casa. Simplemente no es lo que somos”. Mayorkas señaló que “la investigación no ha concluido”, pero aseguró que el DHS “no tolerará maltrato alguno de migrantes”.

Las fotos y videos, que fueron difundidos por agencias como AFP y medios locales, “son horribles y no reflejan quiénes somos o quiénes aspiramos a ser”, indicó el funcionario, quien reconoció que ese tipo de imágenes “contradicen nuestra constante batalla contra el racismo sistémico”. Ante ello, acotó, la respuesta ha sido “rápida y exhaustiva”.

Recordó que los agentes de la Patrulla Fronteriza implicados en los aparentes maltratos fueron retirados de la zona y se les asignaron “labores administrativas”, sin interacción alguna con migrantes, en lo que se terminan las pesquisas de lo ocurrido. Sobre los migrantes expulsados de forma expedita, Mayorkas dijo que se utilizaron 17 vuelos desde el domingo pasado y que habrá más en los próximos días para otros migrantes que carecen de bases para seguir en el país.

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