Bruselas.— El planeta aún está a tiempo de evitar las consecuencias devastadoras de un calentamiento global por encima de 1.5 grados centígrados, pero para ello se requerirán acciones “rápidas y de gran alcance” en el uso del suelo, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades.

Esa es la conclusión a la que llegó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), en un informe especial sobre políticas para mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados centígrados en 2100.

“Limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales requerirá de reducciones importantes en las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores”, subraya el estudio. Agregó que al lograr esta meta se reducirán los impactos problemáticos en los ecosistemas y la salud humana.

El jefe del IPCC, el surcoreano Lee Hoe-sung, consideró que no es imposible limitar el calentamiento global a 1.5 grados por encima de los niveles preindustriales, pero requeriría “cambios sin precedentes”, según la agencia de noticias Yonhap.

Tras la publicación del informe, el secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, también manifestó que aún se pueden contrarrestar los efectos del calentamiento global, pero resaltó que esto requiere actuar de forma urgente y colectiva en todas las áreas. “No hay tiempo que perder”, aseveró.

“Cada pequeño episodio de calentamiento adicional importa, sobre todo porque superar los 1.5 grados aumenta el riesgo de cambios profundos o incluso irreversibles, como la pérdida de algunos ecosistemas”, dijo Hans-Otto Pörtner, copresidente de la reunión del IPCC.

La adaptación al cambio climático dejó hace tiempo de ser una opción para convertirse en una necesidad, dijo el director de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.

“El informe deja claro que cuanto más tardemos será más difícil y costoso”, sostuvo Taalas, quien aseguró que las conclusiones del informe del IPCC son un incentivo para que su organización —la ONU— aumente el apoyo científico que brinda a los países para mitigar el cambio climático.

La OMM, agencia científica de la ONU, indicó que hará mayores esfuerzos para mejorar los sistemas de alerta temprana que permiten salvar vidas en casos de catástrofes naturales, tales como inundaciones, huracanes o tsunamis. Taalas dijo que la estadística demuestra que los desastres naturales han ido en aumento desde 1980 y que las pérdidas económicas que causan se han triplicado. “La situación se puede estabilizar, pero no revertir”, lamentó.

También confesó que una de sus mayores preocupaciones es que si no se cumple con el compromiso del Acuerdo de París de 2015 “perderemos una fracción importante de capacidad de producción agrícola” en las zonas de baja altitud del hemisferio sur y en Norteamérica

“No habrá suficiente producción de alimentos para cubrir las necesidades de una población que va en aumento, lo que podría generar otros tipos de crisis”, advirtió.

Para no llegar a un punto de no retorno, se necesita que las emisiones netas globales de dióxido de carbono, responsables del calentamiento del planeta, disminuyan en 2030 alrededor de 45% respecto a los niveles de 2010, alertó el documento. La reducción deberá mantenerse hasta alcanzar el cero neto aproximadamente en 2050.

De no cumplirse esta meta, el rescate del planeta dependerá, en mayor medida, del desarrollo e implementación de técnicas que absorban el dióxido de carbono de la atmósfera.

Sin embargo, la efectividad de esas técnicas no está probada a gran escala y algunas de ellas pueden conllevar importantes riesgos para el desarrollo sostenible, aseguran los expertos.

“Limitar el calentamiento a 1.5 grados centígrados es posible según las leyes de la química y la física, pero para ello se necesitarían cambios sin precedentes”, insistió Jim Skea, copresidente del grupo de trabajo III del IPCC, órgano internacional encargado de analizar el fenómeno del cambio climático, sus impactos y riesgos.

El estudio es el primero de una serie de trabajos a realizar en el sexto ciclo de evaluación del IPCC y forma parte de las decisiones adoptadas en el Acuerdo Climático de París.

Elaborado con base en las contribuciones de miles de expertos, la investigación asegura que el planeta está experimentando las consecuencias de un calentamiento global de 1 grado centígrado, si se toma como referente la temperatura promedio entre 2006 y 2015, y la registrada de 1850 a 1900.

Los efectos se ven reflejados, entre otros aspectos, en condiciones meteorológicas más extremas, crecientes niveles del mar y el deshielo en el Ártico. De mantener el ritmo actual de emisiones de origen humano, el calentamiento global de 1.5 grados centígrados se alcanzará en 2040 y de 2 grados centígrados, aproximadamente, en 2065.

Las consecuencias de no limitar el calentamiento serán devastadoras. El informe sostiene que la elevación del nivel del mar sería 10 centímetros mayor con un calentamiento global de 2 grados, al tiempo que la probabilidad de que el océano Ártico quede libre de hielo durante el verano sería de una vez por decenio, en lugar de una por siglo.

Detalla que el futuro de los arrecifes de coral es catastrófico: con un calentamiento global de 1.5 grados, disminuirían entre 70% y 90%.

“El riesgo de olas de calor y fuertes lluvias aumentarán con un calentamiento promedio de 1.5 grados centígrados. Pero limitar el calentamiento puede ayudar a reducir estos riesgos”, indica el documento.

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