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Oslo. En su primera aparición pública tras un año en la clandestinidad, la líder opositora venezolana María Corina Machado confirmó que recibió ayuda de Estados Unidos para una arriesgada salida de Venezuela y luego viajar a Oslo, adonde llego la noche del miércoles, horas después de que su hija recibiera el premio Nobel de la Paz en su nombre.
Su fuga, mantenida bajo absoluto secreto e incluso desconocida para el Instituto Nobel hasta último momento, incluyó disfraces, numerosos controles militares, una travesía marítima peligrosa y un posterior traslado aéreo cuidadosamente coordinado, según los detalles que han revelado medios en Estados Unidos.
La líder opositora, que vivía oculta desde las elecciones presidenciales de julio de 2024, se desplazó a Oslo solo horas después de que su hija, Ana Corina Sosa Machado, la representara durante la ceremonia del Nobel, debido a que ella no pudo llegar a tiempo.
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El 6 de noviembre, el Instituto Nobel había informado que Machado viajaría a Oslo. Pero su conferencia de prensa prevista para el 9 de diciembre primero fue pospuesta y luego cancelada. “Simplemente no sé dónde se encuentra exactamente”, admitió el miércoles Kristian Berg Harpviken, director del Instituto.

Un escape peligroso
De acuerdo con The Wall Street Journal, Machado inició su escape el lunes 8 de diciembre por la tarde vestida con una peluca y un disfraz. Su primera meta era salir del suburbio de Caracas donde había permanecido escondida durante un año y llegar a un pueblo pesquero costero.
Acompañada por dos personas, atravesó un trayecto de 10 horas que incluía 10 puestos de control militares, esquivando en cada uno la posibilidad de ser detectada. Llegó a la costa antes de la medianoche.
Tras descansar unas horas, emprendió la etapa más riesgosa: una travesía por el Caribe hasta Curazaoen una lancha pesquera de madera. Partió a las 5 (hora local) del martes, convientos fuertes y mar agitado que demoraron la navegación.
Según fuentes consultadas por The Wall Street Journal (WSJ), la red que organizó la operación alertó previamente a fuerzas estadounidenses para evitar que la embarcación fuera confundida con otras que fueron blanco de ataques recientes en la zona.
Machado llegó a Curazao alrededor de las 15 del martes. Allí fue recibida por un contratista privado especializado en extracciones, proporcionado —según el WSJ— por la administración Trump. Exhausta tras la travesía, se alojó en un hotel para descansar.

De acuerdo con las plataformas de rastreo de vuelos FlightRadar24 y FlightAware, Machado partió el miércoles por la mañana desde el Aeropuerto Internacional Hato de Willemstad, en Curazao, una isla holandesa situada a solo 65 kilómetros de la costa venezolana.
Según detalló el diario Nuevo Herald, el avión que la trasladó a Oslo fue un Legacy 600, del fabricante brasileño Embraer, con capacidad para 13 pasajeros.
Según los registros de vuelo, el avión que trasladó a Machado despegó el martes del Aeropuerto Ejecutivo de Miami Opa Locka rumbo a Curazao y llegó esa misma noche a Willemstad. El miércoles partió a las 6:42 (hora local) hacia Bangor, en el estado de Maine, en un trayecto de 4 horas y 43 minutos, y tras una escala técnica completó el último tramo hacia Oslo Gardermoen, un vuelo de 6 horas y 24 minutos que aterrizó cerca de la medianoche.
Antes de abordar, Machado grabó un mensaje de audio agradeciendo a “tantas personas que arriesgaron sus vidas” para permitirle salir de Venezuela.

Un Nobel en ausencia y un futuro incierto
Mientras Machado viajaba, su hija recibió el Nobel ante legisladores estadounidenses, diplomáticos y líderes internacionales. El presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, afirmó que la opositora había atravesado “una situación de peligro extremo”.
Ya en Oslo, Machado se presentó en el balcón del Grand Hotel y fue recibida entre gritos de “valiente” y aplausos.
Machado reiteró su deseo de volver a su país: “No diré cuándo ni cómo, pero haré todo lo posible para regresar y poner fin muy pronto a esta tiranía”. Sin embargo, enfrenta riesgos: la fiscalía venezolana había advertido que sería considerada “fugitiva” si abandonaba el país, donde está acusada de conspiración, incitación al odio y terrorismo.
La opositora también dijo que recibió “ayuda del gobierno de Estados Unidos” para salir de Venezuela, en un contexto en el que Washington y varios gobiernos europeos no reconocen la reelección de Maduro.
Según fuentes citadas por el WSJ, Machado descansará unos días tras un año viviendo en condiciones de aislamiento y escasez. Luego iniciará una gira por Europa para sumar apoyos a la causa democrática venezolana y, más adelante, viajará a Washington.
mcc
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