Sao Paulo.— Dos exalumnos de un colegio de Suzano, en la región metropolitana de Sao Paulo, mataron ayer a ocho personas e hirieron a otras 17 antes de suicidarse en el establecimiento.

Las víctimas mortales son cinco estudiantes, una consejera pedagógica, una vigilante y Jorge Antonio Moraes, tío de uno de los agresores, asesinado por ellos antes de que irrumpieran en el colegio Raul Brasil, que tiene primaria y secundaria, precisó el secretario de Seguridad Pública del estado de Sao Paulo, Joao Pires de Campos. Los atacantes, encapuchados, fueron identificados por las autoridades como dos exalumnos del centro de 17 y 25 años. Se desconocen sus motivos.

Se trata de Guilherme Taucci Monteiro, de 17 años, y Henrique de Castro, de 25. Monteiro comenzó a disparar con una pistola calibre .38 y De Castro utilizó un arco, de acuerdo con el funcionario. Los atacantes también tenían bombas molotov, cuchillos y hachas, dijeron las autoridades. Según algunas versiones, Guilherme mató primero a Hen- rique y luego se suicidó.

Según O Globo, los agresores eran amigos de la infancia y extremadamente callados. De Castro es descrito como muy nervioso y Monteiro fue criado por sus abuelos maternos, uno de los cuales falleció en diciembre, indicó el medio brasileño.

El diario resaltó que les gustaba jugar videojuegos, incluido Counter Strike, que es un título de disparos en primera persona. Los vecinos dicen que Guilherme comenzó a ser más retraído desde hace dos años, justo cuando abandonó la escuela, indicó el medio.

“En mis 34 años como policía, es la primera vez que veo que alguien utiliza un arco de esa forma”, señaló el coronel de la policía Marcelo Salles. “Es horrendo”.

Los agresores trataron de entrar a una habitación en la parte trasera de la escuela donde muchos alumnos estaban escondidos cuando llegó la policía. En vez de enfrentarse contra los agentes, se suicidaron, comentaron las autoridades.

Kelly Milene Guerra Cardoso, de 16 años, dijo que ella y otros estudiantes se escondieron en la cafetería del plantel, cerraron la puerta con llave y se acostaron en el piso. “Nos quedamos ahí hasta que abrieron la puerta. Pensamos que eran los atacantes, pero era la policía”, declaró. En 2011, 12 alumnos fueron asesinados a tiros por un atacante en un colegio de Río de Janeiro.

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