Así es la cárcel donde fue trasladado Emilio Lozoya

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El Centro Penitenciario Málaga, mejor conocido como Alhaurín de la Torre, a donde de acuerdo con medios españoles fue trasladado el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya , fue noticia el año pasado, y no por ser un centro modelo, sino por la muerte de siete reclusos en siete meses.

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Aunque en al menos tres de los casos se certificó que se trató de decesos por causas naturales, el sindicato ACAIP-UGT, que se encarga del tema de las prisiones, advirtió de los “déficits anacrónicos y estructurales” existentes en Alhaurín, y alertó de que la cifra mortal triplicaba la de 2018.

Alhaurín de la Torre , construida en 1991, tiene, de acuerdo con la Dirección General de Centros Penitenciarios, 752 celdas, y 130 complementarias.

Cuenta con un módulo exclusivo para mujeres y otro denominado “de respeto”, donde está los presos con buen comportamiento y que cumplen con las tareas de reinserción que se les encomiendan.

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Su construcción comenzó en medio del rechazo de vecinos y de entonces hasta ahora, se volvió conocida por albergar entre sus rejas a imputados del Caso Malaya, una famosa operación anticorrupción en el país, así como a otros acusados de corrupción de la Costa del Sol , que suele albergar a mafiosos italianos e incluso rusos.

Las celdas miden alrededor de tres por cuatro metros y la prisión tiene capacidad para 837 internos, aunque suele estar sobresaturada. En 2008, por ejemplo, era la más poblada de España , con 2 mil 54 reos.

El año pasado, de acuerdo con el diario El Confidencial , trabajaban en el lugar ocho médicos, 11 enfermeros y siete auxiliares de enfermería. El total de empleados era de 500 efectivos. En cuanto al número de presos, era de mil 200.

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Sin embargo, el 15 de julio fue hallado muerto un preso de 40 años. Estaba en su cama y mostraba signos de violencia; era el séptimo detenido fallecido en esta cárcel en siete meses. De ahí la denuncia del ACAIP-UGT.

“Es un centro que presenta un déficit anacrónico y estructural”, advirtió entonces el sindicato, señalando las carencias “de recursos humanos que afectan a todas las áreas: vigilancia, oficinas, tratamiento, y es de destacar la falta de personal sanitario [médicos, enfermeros y auxiliares]”.

Fuentes oficiales que citó El Confidencial reconocieron “limitaciones de personal”, pero los funcionarios de la prisión rechazaron problemas de atención.

El director del centro es, desde enero de 2017, Andrés Enriquez, envuelto en una polémica en febrero de 2019 autorizar el ingreso de penes de látex para un curso al que asistieron condenados por delitos sexuales.

agv