Brenda González Renderos

, originaria de La Paz, El Salvador , llegó a Estados Unidos en 2004 como migrante, debido a dificultades económicas.

La travesía de la joven en busca de un mejor futuro fue dura, pero jamás imaginó que lo que le esperaba en el país norteamericano se convertiría en una vida "catastrófica", como ella misma lo califica.

González Renderos afirma que inicialmente llegó a vivir con unos familiares a New York, quienes en ese momento no la apoyaron como esperaba.

Al poco tiempo, el traficante de personas con el que viajó hacia Estados Unidos , que también era de nacionalidad salvadoreña, la contactó con un sobrino de él, a quien ella ya conocía porque iba en el mismo viaje y aún conservaba su número de teléfono.

Ella le contó al joven que su situación no era buena, debido al poco apoyo de los familiares que la recibieron, por lo que intervino el tío (el coyote) y le ofreció apoyo a través de una supuesta amiga, que le dijo le podía compartir su departamento y también le buscaría trabajo en Houston , Texas , por lo que decidió aceptar su ayuda.

No obstante, "la amiga" de la que el traficante le habló no existía; era una trampa para engañarla y secuestrarla.

"Llegué a su apartamento a esperar a su amiga, tal como él había dicho. Había sido un viaje cansado y me ofreció poderme bañar, pero luego él llegó donde yo estaba y me golpeó. Perdí el conocimiento y cuando desperté estaba desnuda, no sabía si me había violado, entonces se dirigió a mí, diciéndome perra, me golpeó y me violó", narró Brenda.

El coyote, de nombre Manuel de Jesús Campos Jiménez , era parte de una red de trata de blancas que la sometió por ocho años a la prostitución forzada en un bar de mala muerte en la ciudad de Houston , lugar del que le advirtió que las jóvenes "salían únicamente muertas".

"Me llevó al lugar, pidió que me entrenaran. Yo no entendía lo que debía hacer, pues no tenía experiencia, era virgen cuando él me violó. El primer día me obligaron a estar con 14 hombres, por ser la primera vez en el negocio, los hombres me veían como carne fresca y las chicas que estaban en el lugar con odio, pues ‘les quitaba clientes’", narró.

El calvario que vivía junto a otras 19 mujeres, con edades comprendidas entre 13 hasta los 70 años, parecía interminable. Brenda asegura que la meta que les imponían era atender sexualmente a 40 hombres a diario y si no la cumplían eran azotadas y castigadas en un cuarto frío.

Afirma que ellas no existían para el mundo, solo en aquel espacio en el que eran vendidas por unos dólares.

Afirma, que después de ocho años pudo escaparse y denunciar lo que le sucedió, aunque en la corte donde dio su testimonio no la respaldaron, sin embargo, esa misma denuncia tuvo eco luego y fue liberada de ese lugar por agentes del FBI.

"En el lugar me convertí en alcohólica. Mi proceso de recuperación fue difícil, necesité de tiempo, el Estado me ayudó, tuve depresión, pero una promesa que hice a una de las chicas del lugar, que se convirtió en mi familia y a quien sacaron del bar y la asesinaron en México, antes de irse me hizo prometerle que escribiría un libro sobre nuestra historia, lo cual las dos soñábamos. Escribirlo para mí ha sido mi mejor terapia".

El libro lleva como nombre "Catastrófica vida en la prostitución" y tiene más de 50 páginas, en las cuales Brenda cuenta lo que enfrentó junto a las otras mujeres desde el inicio hasta el final.

Señala que esta es su forma de denunciar el fenómeno de la trata de personas, de la crueldad que enfrentan cientos de víctimas, y que pensó nunca podría contar.

Dice que hasta hace poco contaba su experiencia escondiendo su rostro por temor, pero asegura que hoy lo hace para alzar la voz con más fuerza en contra de lo que la "convirtió en quien nunca quiso ser", título que contó llevará su próximo libro.

Tras su escape, su familia supo a lo que fue sometida, algunos la llamaron la vergüenza de la familia porque no comprendían lo que en verdad pasó, pero al leer el libro han conocido la verdad y algunos hasta le han pedido disculpas, dijo .

Compartió que tiene dos sueños importantes que espera cumplir a corto plazo en El Salvador , uno de ellos es realizar una presentación de su libro en su ciudad natal Zacatecoluca, y el otro es reunirse con el presidente Nayib Bukele , entregarle un ejemplar del libro y hablar con él sobre la trata de blancas en el país, ya que sostiene que el tráfico de personas con fines de prostitución y explotación sexual es una realidad que debe combatirse.

Brenda

actualmente radica en Houston , trabaja y se dedica a escribir, acompaña programas en contra de la trata blancas en Estados Unidos y otros países. Está casada y tiene dos hijos, su libro ha tenido aceptación y sigue siendo vendido en una de las librerías más grandes del Estado donde reside.

agv

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