El nombre de Trump fue retirado ayer del letrero de la entrada de un lujoso hotel en Panamá después de que su dueño dijera que expulsó a la empresa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de la administración del negocio.

“Es una disputa comercial que se salió de control y ha sido solucionada por los jueces y las autoridades panameñas”, dijo brevemente a periodistas el empresario chipriota Orestes Fintiklis, propietario del Trump Ocean Club International Hotel and Tower.

Poco después, el rótulo con el nombre del magnate fue removido de la entrada del hotel en medio de una custodia policial y ante la mirada de una funcionaria panameña del órgano judicial.

“Hoy, Panamá ha demostrado que tiene instituciones estables y un marco legal que protege al inversionista”, añadió Fintiklis sin entrar en más detalles.

Representantes del Juzgado Segundo del Circuito Civil de Panamá se presentaron en el lobby del edificio, ubicado en un acaudalado barrio de la ciudad, acompañados de un gran dispositivo policial, con al menos 15 agentes.

Los nuevos propietarios de la torre Trump explicaron que la comitiva judicial acudió al edificio para notificar a los empleados de Trump que tenían que irse y abandonar la gestión del mismo.

Bajo un sol sofocante, algunos turistas aprovecharon para hacerse fotos en el pequeño muro donde se encontraban las letras en mayúscula con el apellido Trump, y donde queda la inscripción: “Ocean Club International Hotel & Tower”.

La torre, con forma de vela de navegación ubicada en un sector exclusivo de Ciudad de Panamá, incluye un lujoso hotel, apartamentos, un casino, tiendas, spa y una pequeña playa privada. El inmueble fue inaugurado en 2011 por el propio Donald Trump y el entonces presidente panameño Ricardo Martinelli, actualmente detenido en Miami.

El hotel y la mayoría de los apartamentos fueron vendidos el año pasado a Fintiklis, gerente de la compañía Ithaca Capital Partners, con sede en Miami. Como parte del acuerdo de venta, la administración del hotel seguiría en manos del equipo de Trump, pero tras varios pleitos que han terminado en los tribunales estadounidenses, Fintiklis ha tratado de sustituir a la organización de Trump del control del edificio.

Trump Hotels acusó la pasada semana a Fintiklis, de “fraude” y de utilizar “tácticas del estilo de la mafia” para expulsar a los actuales administradores. Recientemente la compañía Trump consideró “ilegal” que Fintiklis le quiera quitar la administración del hotel.

Es una “violación flagrante de los compromisos que había hecho”, argumentó la compañía en un comunicado, al tiempo que manifestó que el nuevo comprador solicitó en 2017 un arbitraje internacional por este caso. La organización negó haber perdido definitivamente el control del hotel y dijo que “deberá ser indemnizado por daños y perjuicios, costos y otros gastos producto de las acciones tomadas”.

“Debe quedar absolutamente claro que a la fecha no se ha decidido absolutamente nada por ningún tribunal de justicia, sea ordinario o de arbitraje, donde se haya puesto fin a nuestro contrato de administración del hotel”, añadió el grupo.

Ni el Órgano Judicial de Panamá ni la fiscalía del país han ofrecido aún declaraciones sobre el caso. El pasado 26 de febrero la fiscalía panameña anunció que había iniciado una investigación por posible “usurpación” del hotel, tras una denuncia realizada por Fintiklis, quien manifestó que la administración Trump no le dejaba entrar a su propiedad.

Aunque la Trump Organization pertenece al presidente estadounidense, él ya no controla dicha compañía debido a su actual cargo.

Con 284 metros de altura, y un costo de 430 millones de dólares, la Torre Trump fue presentada durante su inauguración como el edificio más alto de América Latina.

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