No tienen una cabeza visible, aseguran no tener filiación política y se coordinan a través de las redes sociales. Son los “chalecos amarillos” , que han desatado una serie de masivas protestas en Francia que hace una semana se saldaron con un muerto.

Los chalecos amarillos , o gilet jaunes , nacieron como un movimiento disperso en contra del alza al precio de la gasolina. Convocados a través de Facebook , entre otros medios, comenzaron por montar bloqueos en zonas de alto perfil y cerca de los depósitos de combustible.

El nombre hace referencia a los chalecos fosforescentes que en Francia , por ley, debe usar cualquier automovilista en caso de incidente carretero.

El movimiento terminó convirtiéndose en una protesta generalizada en contra de la pérdida del poder adquisitivo y el alza a los impuestos.

El anuncio del aumento de 23% al precio del diésel fue la gota que derramó el vaso. Y las protestas se extendieron, siendo el clímax, hasta el momento, la de hace una semana, que sacó a las calles a 270 mil personas y en la que murió una mujer atropellada.

Aunque las protestas suelen ser pacíficas, las autoridades han denunciado diversos actos de violencia y existen versiones de que en el movimiento se han infiltrado radicales de derecha.

Sin embargo, los “chalecos amarillos” , que afirman también no pertenecer a ningún sindicato, gozan de gran aceptación, de acuerdo con un sondeo publicado en los últimos días por medios como Le Figaro y según la cual, 77% de los encuestados cree que el movimiento se justifica y 66% cree que debería continuar.

Algunos comparan las acciones de los “chalecos amarillos” con la revuelta de 2013 de los “gorros rojos” bretones que obligaron al gobierno socialista del entonces presidente francés François Hollande a eliminar un impuesto a los camiones cuyo objetivo era contribuir a la lucha contra la contaminación.

El historiador Jean Garrigues , profesor de Ciencia Política de París , dijo que el movimiento de los gilet jaunes se inscribe en la historia francesa y particularmente en la “Grande Jacquerie”, la gran revuelta campesina que tuvo lugar en Francia en 1358 para denunciar un alza de los impuestos.

“La 'Grande Jacquerie' reveló un sistema socioeconómico que ya no era soportable. Y ahora los chalecos amarillos son la expresión de un malestar social”

, señaló.

Con información de agencias.

agv

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