Washington

.- El Pentágono admitió el lunes que no pudo evacuar a tantas personas de como hubiera querido, antes de la salida de sus últimas tropas del aeropuerto de Kabul .

“No evacuamos a todos los que queríamos evacuar”, dijo el general Kenneth McKenzie, precisando que las evacuaciones se completaron “unas 12 horas” antes de la retirada final, pero que las fuerzas estadounidenses en el terreno estuvieron listas para sacar del país a cualquiera que pudiera haber llegado al aeropuerto “hasta el último minuto”.

Al anunciar la finalización de la evacuación y del esfuerzo bélico, el general Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, dijo que los últimos aviones despegaron del aeropuerto de Kabul a las 15:29 (hora del Este), o un minuto antes de la medianoche en Kabul .

El lunes, milicianos del grupo Estado Islámico dispararon cohetes hacia el aeropuerto internacional de sin causar heridas a nadie. Durante todo el día, aviones de carga del ejército estadounidense iban y venían a pesar del ataque.

Anteriormente, el Talibán publicó un video grabado en el aeropuerto, señalando que los estadounidenses habían retirado o destruido la mayor parte de su equipo y que el número de soldados era mucho menor. “Parece que hoy será el último día”, dijo uno de los combatientes no identificados.

Las últimas horas de la evacuación estuvieron marcadas por un intenso drama. Las tropas estadounidenses se enfrentaron a la monumental tarea de llevar a los últimos evacuados a los aviones al tiempo que debían prepararse ellos mismos y a sus equipos para salir, incluso en momentos en que se mantenían alertas ante cualquier amenaza — y al menos dos atentados consumados — por parte de la filial del grupo Estado Islámico en Afganistán . Un ataque suicida el 26 de agosto cobró la vida de 13 militares estadounidenses y alrededor de 169 afganos.

La retirada definitiva cumplió con la promesa de Biden de poner fin a lo que describió como una “guerra eterna” que comenzó en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron casi 3 mil personas en Nueva York, Washington y la zona rural de Pensilvania. Su decisión, anunciada en abril, reflejaba el cansancio de la nación por el conflicto de Afganistán . Ahora se enfrenta a la condena en su país y en el extranjero, no tanto por poner fin a la guerra, sino por la gestión de una evacuación final que se desarrolló en el caos y suscitó dudas sobre la credibilidad de .

El embajador de Estados Unidos en Afganistán y el comandante de las fuerzas militares estadounidenses en suelo afgano fueron los últimos en abordar el vuelo final de evacuación de Kabul , detalló el Pentágono.

“A bordo del último avión estaba el general Chris Donahue”, dijo el general McKenzie. “Y lo acompañaba el embajador Ross Wilson”.

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Con información de Agencias.

agv

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