Gaza.— Tres palestinos murieron ayer y cientos resultaron heridos en la masiva protesta de Gaza convocada para conmemorar el primer aniversario de la Gran Marcha del Retorno, que estuvo marcada por la contención tanto del ejército israelí como de los manifestantes en la franja.

Decenas de miles de palestinos acudieron al llamado para recordar el inicio de la movilización contra el bloqueo israelí y por el derecho a regresar a las tierras de las que tuvieron que huir o fueron expulsados cuando se creó el Estado de Israel, en 1948.

Durante un año, esas manifestaciones, usualmente los viernes, han provocado 259 muertos. De ese saldo, dos víctimas fueron soldados israelíes.

Aunque observadores temían un balance de muertes más elevado, acabó con una relativa calma. Según el ejército israelí, llegaron a la frontera, fuertemente vigilada y con alambrados y cámaras de seguridad, unos 40 mil “alborotadores y manifestantes”, pero la inmensa mayoría se mantuvo alejada de la cerca.

El ejército denunció, en su Twi- tter, que los palestinos pretendían “irrumpir a través de la frontera de Israel y llegar a las familias israelíes que están al otro lado. Podrían haberlo hecho si nuestros soldados no estuvieran ahí”. Un manifestante murió en la madrugada, y otros dos, de 17 años respectivamente, durante incidentes a lo largo del día, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí. Otros 316 palestinos resultaron heridos.

La Media Luna Roja denunció que uno de sus voluntarios resultó lesionado por el impacto de una lata de gas lacrimógeno. Israel desplegó miles de soldados, a 10 días de sus elecciones legislativas. Los palestinos se concentraron en cinco puntos distintos de la frontera, portando banderas palestinas y bajo una leve lluvia, según constataron periodistas de AFP.

En Malaka, en el este de la ciudad de Gaza, la mayoría de los manifestantes se mantuvo a distancia de la valla, para quedar fuera del alcance de los disparos de los tiradores israelíes. Algunos palestinos; sin embargo, se acercaron a unas decenas de metros, quemaron neumáticos para reducir la visibilidad de los militares, y lanzaron piedras contra los soldados, antes de replegarse a toda velocidad. El ejército replicó lanzando gases lacrimógenos y abriendo fuego.

De los más de dos centenares de víctimas mortales hasta la fecha, unos 50 son menores de edad.

“Vamos a la frontera, incluso si debemos morir”, afirmó Tusef Zidaya, de 21 años, con el rostro pintado con los colores palestinos. Iktimal Hamad, responsable de la Comisión de mujeres de la Gran Marcha del Retorno, pidió a la comunidad internacional que no guarde silencio. Aseguró que los palestinos “nunca aceptarán ninguna solución que pueda cambiar el proyecto nacional”.

Desde el 30 marzo de 2018, las protestas han desatado fuertes tensiones en la zona. Este aniversario ocurre en un contexto muy inestable, teniendo en cuenta que se acercan las elecciones parlamentarias en Israel el 9 de abril, y con una nueva ola de tensiones a principios de semana entre soldados israelíes y grupos armados palestinos.

Hamas intenta aliviar el bloqueo israelí que desde hace 10 años asfixia la Franja de Gaza. La protesta, explicó un dirigente, Basem Naim, era “un mensaje muy importante de los palestinos para levantar su voz contra la agresión y el asedio contra Gaza”. Israel justifica el bloqueo a Gaza por la necesidad de contener a Hamas. Los dos adversarios se han librado tres guerras desde 2008. Además, Israel excluye cualquier “derecho al retorno” de los palestinos.

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