El gobierno del país más golpeado por la pandemia de coronavirus ha encontrado tiempo para impulsar un cambio en las limitaciones de la cantidad que sale de agua por la ducha.

Y la iniciativa parece tener detrás las quejas del presidente Donald Trump por las supuestas dificultades que tiene para lavarse el cabello.

"Te duchas y no sale agua, te vas a lavar las manos y no sale agua. ¿Qué haces? Estás ahí parado más tiempo, tomas duchas mas largas... porque, no sé ustedes, pero mi pelo tiene que estar perfecto", dijo Trump.

Una ley aprobada en 1992 establece que las duchas en Estados Unidos no pueden producir más de 9,5 litros de agua por minuto.

El gobierno de Trump quiere que esa restricción se aplique a cada boquilla, en lugar de a la totalidad de la ducha.

Organizaciones defensoras del medioambiente y de los consumidores consideran que eso haría desperdiciar agua de forma innecesaria.

Los cambios fueron propuestos por el Departamento de Energía este jueves, tras unas quejas manifestadas el mes pasado por Trump en la Casa Blanca.

Donald Trump durante una rueda de prensa sobre el coronavirus.
Reuters
Donald Trump se quejó porque el agua no sale con la suficiente fuerza de la ducha.

Andrew deLaski, director ejecutivo del Proyecto de concientización sobre estándares de electrodomésticos, un grupo de conservación de energía, señaló que la propuesta era "tonta".

Con cuatro o más boquillas, "podrías tener 45 o 68 litros por minuto saliendo por la ducha, probablemente empujándote fuera de la sala de baño", le dijo a la agencia AP.

"Si el presidente necesita ayuda encontrando una buena ducha, podemos recomendarle algunas buenas páginas webs para consumidores que te ayudan a identificar una buena pieza de ducha que te empape bien", agregó.

David Friedman, vicepresidente de la organización de consumidores Consumer Reports, dijo que las duchas en Estados Unidos ya "logran grandes niveles de satisfacción entre los consumidores", al tiempo que ahorran dinero.

De acuerdo con la agencia Reuters, si la propuesta de la Casa Blanca avanza, probablemente sea desafiada en los tribunales.

Los accesorios del baño y la presión del agua han sido durante mucho tiempo un problema para el presidente.

En diciembre, dijo a periodistas que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) miraba "con mucha atención los lavabos, las duchas y otros elementos de los baños". 

"Se dan una ducha, el agua sale goteando, goteando muy silenciosamente; la gente descarga los inodoros 10 veces, 15 veces en lugar de una vez, terminan usando más agua", dijo Trump. "Así que la EPA está analizando eso con mucha atención, por sugerencia mía", añadió. 

Andrew deLaski, director ejecutivo del grupo de conservación de energía Appliance Standards Awareness Project, dijo que el plan era parte de la "repetida falsa queja (de Trump) de que los inodoros, grifos y otros accesorios domésticos han sido arruinados por los estándares federales de eficiencia".

El Departamento de Energía "propuso una regla para aprobar nuevos cabezales de ducha que desperdician enormes cantidades de agua y energía, lo que aumentaría las facturas de servicios públicos y las emisiones de gases de efecto invernadero", dijo deLaski en un blog.

Con información de AFP

lsm/fml

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