Una ola de frío siberiano llegó ayer a Italia y provocó nevadas que hicieron que Roma , su capital, se pintó de blanco.

También la cúpula de la basílica de San Pedro, en El Vaticano, se cubrió de nieve, algo inusual para esta época.

De hecho, Roma vivió su primera nevada desde febrero de 2012 y la nieve alcanzó hasta cuatro centímetros.

Por la situación, las escuelas están cerradas y la compañía de ferrocarriles abrió varias estaciones para albergar a personas en situación de calle.

La ola de frío, que ha sido llamado Burian, provocó intensas nevadas desde del norte de Italia y provocó temperaturas de hasta 20 grados bajo cero.

El centro de Italia también se vio afectado por la ola de frío.

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