Delcambre, Louisiana.— Cientos de miles de personas recibieron la orden de desalojar en Louisiana y Texas, ante la amenaza de Laura, un huracán categoría 4, pero con vientos sostenidos de 241 kilómetros por hora, lo que lo acercó a la categoría 5, la máxima que hay.

El Centro Nacional de Huracanes advirtió que la tormenta podría generar una marejada ciclónica de hasta 6 metros de altura, “catastrófica”, capaz de sumergir comunidades enteras. En 24 horas aumentó su magnitud en casi 87%, hasta alcanzar un tamaño que el CNH describió como “extremadamente peligroso”. Los vientos comenzaron a azotar anoche la costa de Texas, cerca de Louisiana.

“Parece una bestia”, dijo el investigador de huracanes de la Universidad de Miami Brian McNoldy. “Eso es algo que no quieres ver si estás en su camino”. Meteorólogos advirtieron que ya es más poderoso que Katrina, que devastó Nueva Orleans en 2005.

Hasta 6 millones de personas estaban en riesgo por inundaciones. Una de las principales autopistas de Louisiana ya registraba ayer grandes encharcamientos, a medida que las bandas externas de Laura se aproximaban a tierra.

Sólo en Texas, a más de 385 mil personas se les ordenó evacuar de las ciudades de Beaumont, Galveston y Port Arthur. Otras 10 ciudades y condados texanos recibieron recomendación de irse a los albergues en Austin, San Antonio y Dallas, entre otros. Las clases fueron suspendidas.

Otras 200 mil personas recibieron órdenes de desalojar en Calcasieu Parish y Cameron Parish, en el suroeste de Louisiana. El huracán amenaza las principales refinerías de petróleo de Lake Charles, en Louisiana, y de Beaumont y Port Arthur en Texas, ubicadas cerca de la costa. Más de 100 plataformas petroleras en el golfo de México fueron evacuadas.

¿Y el coronavirus?

Residentes expresaron su temor de irse a los refugios debido a la pandemia. “Esperemos que no sea tan amenazante [la tormenta], porque las personas dudan de ir a cualquier parte por el Covid-19”, dijo a NBC News Robert Duffy, de Morgan City, Louisiana, mientras protegía su hogar con sacos de arena.

“Nadie quiere dormir en el piso de un gimnasio con otras 200 personas. Sería difícil mantener el distanciamiento social”, argumentó.

Pero las autoridades advirtieron que era urgente evacuar. “Si se quedan, están solos”, advirtió Thurman Bartie, alcalde de Port Arthur, Texas. “No marquen al 911. Nadie va a responder”.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, se expresó en el mismo sentido. “Si no se alejan de la zona de peligro, la realidad es que los rescatistas no tendrán la capacidad de asistirlos de alguna forma”, al menos durante 24 horas, por la situación que se prevé generará Laura.

Las autoridades ya reportaron unos 13 mil apagones: casi nueve mil en Texas y más de 4 mil en Louisiana. Podrían prolongarse varios meses en algunas zonas, y áreas extensas podrían quedar inhabitables por semanas o meses.

Laura es el primer “huracán mayor” (categoría 3 para arriba), en esta temporada ciclónica en el Atlántico que se ha pronosticado que va a ser muy activa, con hasta 25 tormentas con nombre, de las que 11 pueden ser huracanes. Hasta ahora se han formado 13 tormentas y cuatro han sido huracanes: Hanna, Isaias, Marco y Laura.

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