Bruselas.— Los recientes incidentes entre Irán y Estados Unidos en territorio iraquí podrían detonar uno de los conflictos más frágiles y explosivos para este 2020.

International Crisis Group (ICG), organización especializada en la gestión de pugnas, clasificó la rivalidad entre Washington y Teherán como una de las 10 principales crisis a seguir este año.

En su análisis, el director del centro de investigación, Robert Malley, no auguró que los hechos potencialmente conflictivos ocurrieran en tan prematura fecha en el calendario y con tanta intensidad.

Estados Unidos acusó el martes a Irán de estar detrás de la agresión a su embajada en Irak, la cual se habría producido durante la madrugada de ese día por parte de manifestantes proiraníes.

La administración del presidente Donald Trump respondió ejecutando a una de las figuras más prominentes de la clase castrense iraní, al líder de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria y responsable de las actividades transfronterizas, Qassem Soleimani. El líder supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei, ahora amenaza con una “implacable venganza”.

Según el análisis, la cadena de incidentes registrados en 2019, como fue la imposición de sanciones unilaterales por parte de la administración Trump y la decisión de Teherán de aumentar gradualmente su programa nuclear en violación al acuerdo de 2015, ha colocado la rivalidad entre los dos adversarios en un punto de ebullición.

El antagonismo entre las partes se remonta a la crisis de la toma de la embajada estadounidense en Teherán en 1979.

Pero el régimen islámico ha cambiado de una actitud de máxima paciencia a una de resistencia y de creciente actividad en tableros bélicos como Siria, Irak y Yemen. Se presenta cada vez más provocador y amenazante. El presidente Hassan Rouhani anunció en mayo que su gobierno violaría el acuerdo nuclear, del cual aún son parte Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China, en un intento de evitar que Irán se haga de la temida bomba de destrucción masiva.

Aun cuando Irán ha contribuido a aumentar la tensión, el origen de la crisis es inconfundible: la decisión de Trump de salir del acuerdo nuclear, sostuvo el ICG.

“Los acontecimientos ominosos contra el personal de Estados Unidos en Irak, las represalias y los disturbios en su embajada en Bagdad podrían arrastrar a Irak en un choque estadounidense-iraní aún mayor, así como provocar enfrentamientos directos”, indicó.

Señaló que para restablecer la calma en la región se requiere atender dos crisis: el enfrentamiento entre la Unión Americana, Irán y sus simpatizantes locales, y el profundo déficit de gobierno que padece Bagdad desde 2003.

Como primer paso, precisó, ambos deben evitar una escalada; para ello, Teherán tiene que tranquilizar a sus seguidores que agredieron el complejo diplomático en Irak, mientras que Washington debe aportar pruebas inequívocas de que su presencia militar se ciñe al combate al Estado Islámico.

Lo siguiente sería permitir una Misión de Asistencia de la ONU en Bagdad para combatir la corrupción y celebrar elecciones autónomas y transparentes.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses